Por Deluciya
El día 15 de febrero pasado, la Agencia China de Prensa publicó una información que tenía el siguiente titular “Uganda apoyará la profesionalización del Ejercito de Guinea Ecuatorial”. A raíz de dicha información, una vez más, quiero exhortar a mis ex compañeros de las Fuerzas Armadas y de la Seguridad del Estado para que respeten los principios consagrados en la Ley fundamental de Guinea para crear esta Institución y las normas de conducta de una fuerza armada defensora de un país.
En los últimos años, se está denotando una gran presencia de asesores militares y contingentes de tropas extranjeras en el suelo patrio. Esta aparición de uniformados extranjeros en Malabo, Bata y Mongomo; llama mucha atención al pueblo porque el gobierno no informa a los ciudadanos, ni circula una información oficial sobre la amenaza que tiene el país.
Para los que somos profesionales en la materia, nos sorprende mucho que tengamos que tropezar una y otra vez con ese desprecio con el que el gobierno de Guinea Ecuatorial está tratando a la institución castrense. Porque Uganda tiene un ejército mediocre y sin un historial bélico apto en África para que pueda asumir la responsabilidad de llevar el adiestramiento de las fuerzas armadas de Guinea ecuatorial.
Guinea ecuatorial es un país donde todo está politizado. El capitán general Obiang Nguema, no entiende el concepto de: EJÉRCITO. Obiang Nguema, emprendío el proceso de destrucción del ejército de Guinea, desde el 3 de agosto de 1979, al tomar la decisión de deshacerse de toda la élite militar profesional formado en las diferentes academias y escuelas militares prestigiosas en el extranjero. Todos los mejores oficiales y suboficiales del ejército han sido minuciosamente expulsados de las filas de las fuerzas armadas.
El general Obiang, por su incapacidad y mala fe, no ha tenido en cuenta que en cualquier ejercito del mundo priman los oficiales intelectos y con dotes de mando; el señor Obiang, no es un buen patriota ni ama a Guinea. Su estrategia es para dejar al país con un ejército desbarajustado En Guinea no faltan oficiales capacitados. Habla de la educación de los jóvenes, pero cómo ellos van estudiar si, en este país, no se respeta a los técnicos guineanos, tanto militares como civiles.
Un pequeño ejército incompleto como el de guinea Ecuatorial, tiene un enjambre de generales, que no se sabe, a qué se dedican en sus puestos de mandos. La Ley del Militar Profesional se encuentra absolutamente secuestrada; no se aplica nada. Los ascensos no son para cubrir las vacancias en las unidades, sino más bien por méritos que sólo conoce el capitán general o para incentivar a los familiares y allegados. Existen generales que no entienden, ni siquiera, el concepto de Mando. Se jubilan a los jefes y generalato más jóvenes, pero continúan trabajando unos inútiles, que no saben leer ni escribir correctamente en la lengua de Cervantes.
Los compañeros saben muy bien de lo que estoy comentando. Es incongruente que un individuo que presume de haber pisado una escuela militar, pueda conducir a nuestro ejército hasta este derrotero que se encuentra actualmente. En el aspecto comparativo de otras fuerzas armadas de países limítrofes, encontramos de que, hay una buena organización en sus ejércitos. Los ascensos de los generales de las distintas armas y regiones militares, se aprueban en cada caso, en un consejo de ministros o en el parlamento.
Con toda la estructura que debe rodearle a un capitán general, resulta muy indignante que se tenga que pedir la asistencia de otros países para la profesionalización de nuestras armadas fuerzas. La verdad, señor capitán general, es un gran desprecio a los militares profesionales de Guinea Ecuatorial, que en su época, se formaron en el exterior para edificar unas fuerzas armadas nacionales capaces de llevar por sí solas: el mantenimiento de la paz y orden en nuestro país.
La información difundida por la agencia China sobre este tema dice: que al frente de los últimos soldados ugandeses llegados a nuestro país, se encuentra un teniente coronel. Esto es un insulto a nuestra institución castrense, a los ex compañeros y generales que, aunque designados a dedo van a ser instruidos por un teniente coronel. A saber cuantos tenemos actualmente en nuestras fuerzas armadas; una larga lista, que al parecer pero sólo llevan las estrellas, pero vuestro jefe no os considera capaces para afrontar el cometido que, según especulan, viene a realizar el jefe de la misión militar ugandés en Guinea.
La situación que está prevaleciendo en nuestras fuerzas armadas, surge de un error de la política militar española en la pre-independencia de Guinea Ecuatorial. El cuadro de los militares formado en Zaragoza, no estaba capacitado para conducir el estamento castrense, a una institución capaz de organizar un ejército moderno, tras el acceso de Guinea a la soberanía nacional. El mejor roll que podía desempeñar esta promoción era ocupar de la administración militar porque no tenían aptitud para inculcar al incipiente ejército de Guinea una buena formación militar para un ejército contemporáneo. Precisamente, el ex presidente Macías, tuvo que recurrir a Unión africana para enviarle expertos militares procedentes de Guinea Conakry, Somalia y Etiopia en su época.
La promoción de Zaragoza era una tapadera de los colonos españoles porque durante la colonia, no formaron buenos cuadros militares para el ejercito de nuestro país, sino más bien, nos dejaron con unos aprendices, que habían formado para cubrir las exigencias de las Naciones Unidas en dotar a los países, que se iban independizándose de sus ejércitos nacionales. El programa de formación de la expedición de Zaragoza, no se materializó como estaba proyectado, sino más bien, recibieron una formación a nivel de suboficiales. Pero en ese grupo hubo militares con mucho talento y lo demostraron en la administración militar. Y, entre ellos pasaron algunos, que solo fueron a calentar los bancos. Como consecuencia de esta realidad, vemos la manera que el capitán general ha conducido a nuestro ejército desde la fecha de 3 de agosto de 1979, sin rumbo ni sentido hasta el día de hoy. Ante esta situación, la única hipótesis probable que ha barajado está siendo la contratación de unas alimañas con uniforme y esta acción va en detrimento de las beneméritas fuerzas armadas de Guinea y está desprestigiando considerablemente esta institución como tal fuerza. Las alimañas llegan a Guinea para custodiar al Capitán General y su familia con el fin de perpetuarse en el poder y no tienen otra misión en el suelo patrio, que no sea sembrar el pánico a los habitantes de este querido país de todos nosotros.
Sabemos que, el militar cuyo propio honor y espíritu no le conducen a obrar bien, no sirve para la carrera de armas. Porque un militar bien formado no tiene necesidad de contratar a otro para adiestrar a su tropa. Esta manera de hacer las cosas, demuestra claramente que, nuestro capitán general no aprovechó las enseñanzas y estancia en la academia militar. Obiang, en ningún momento ha valorado al ejército de Guinea Ecuatorial; él considera mejor formada a otras fuerzas armadas. A propios y extraños les viene en la mente una pregunta: ¿cómo se le vino a la cabeza auto-ascenderse al empleo de Capitán general en un ejército, en que ni él mismo está seguro de que pueda cumplir las misiones designadas a un ejército moderno en nuestra subregión de áfrica. Él tilda en cada ocasión a sus generales de incompetentes e inoperantes.
Resulta paradójico que el extinto presidente Macías Nguema Biyogo, profano en los temas militares, fuera quien respetara, más o menos, la estructuración y organización de una fuerza armada por su arma de procedencia en las unidades combativas y reservistas.
Pero, desgraciadamente, uno de los destructores de antaño de nuestro ejército, es el que está aún al frente de nuestras fuerzas armadas. Precisamente, observamos este contraste y sin rumbo de nuestro ejército. No se conoce quien manda a quien. La tropa está diseminada en todas las partes del territorio nacional, saltando olímpicamente las especialidades y arma de pertenencia de la tropa. Ahora puedes encontrar en Akonibe, a un marinero prestando servicio en piedra Nzas y un artillero en la comisaría de policía en uno de esos distritos urbanos recientemente creados en el país.
Esta es la verdad y realidad que estamos viviendo en este país, en el seno de las fuerzas armadas. Es la labor abominable que un hombre ha sembrado en nuestro ejército para su extinción total. Este estado de cosas, que cada día está impulsando, el señor Obiang para culminar la estrategia planificada de entronización, se ha agudizado más, con el nombramiento de su hijo al frente de los ministerios de defensa y seguridad nacional. Una persona carente de todo tipo de formación (incluida la militar), no se esperaba otra mejor salida de él y su padre, más que utilizar dinero público para la contratación de mercenarios extranjeros.
El pueblo de Guinea Ecuatorial debería estar en expectativa y en calma, ante estos acontecimientos.
Las fuerzas extranjeras que están sitiando a nuestro país, han llegado para secundar al presidente Obiang y su camarilla con el objetivo de infundir nada más que el miedo en la población. Pero no son nada.
En el capitulo siguiente, trataremos el tema de las escuelas de formación militar en el país, ya que solo es un espejismo que oculta la corrupción de un cierto grupo de individuos afecto en este sector.