MI OPINIÓN DESDE GUINEA ECUATORIAL
A la pregunta: ¿Quiénes son los ciudadanos menos inteligentes del mundo? Google responde: «Los ciudadanos menos inteligentes del mundo son los de Guinea Ecuatorial, cuyo coeficiente intelectual promedio es de 59.»
Este dato, nos guste o no, es una referencia estadística. Ante esta alarmante afirmación, cabe preguntarse si el Presidente de la República de Guinea Ecuatorial, el Vicepresidente, el Ministro de Educación o el Rector de la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE) están al tanto de esta información. ¿Qué opinan ellos, quienes además se encuentran entre los ciudadanos más ricos del país señalado como el de menor coeficiente intelectual del mundo?
Probablemente, como es habitual, se afirme que esto es un bulo o una exageración de las redes sociales. Pero, ¿cuántos jóvenes y estudiantes guineanos conocían esta deprimente conclusión sobre el supuesto nivel intelectual de nuestra población? Me resulta impactante descubrir que, según esta estadística, somos considerados los ciudadanos menos inteligentes del mundo, mientras aquí seguimos creyendo que estamos entre los mejores. Incluso nos permitimos pensar que, si el mundo tuviera un «final», Guinea Ecuatorial sería «el mejor final».
Sin embargo, algunas personas niegan esta afirmación. Frente a esta incertidumbre, invito a analizar el dato de manera objetiva. Por ejemplo, en Guinea Ecuatorial los alumnos necesitan libros, pero los almacenes del Ministerio de Educación están llenos de ejemplares almacenados y sin uso. Los ciudadanos necesitan medicamentos en hospitales y farmacias, pero los contenedores de CENTRAMEC están llenos de productos caducados. ¿Los recolectores de datos estadísticos no tienen conocimiento de esta realidad?
En pleno siglo XXI, ¿cuántas autoridades del mundo suben a la tribuna de la ONU sin una titulación universitaria? ¿En cuántos países existen ministros, delegados, gobernadores y altos cargos sin educación superior? En Guinea Ecuatorial, esto es una realidad recurrente. Entonces, ¿todavía se duda del dato que nos sitúa como los menos inteligentes?
Es importante preguntarse cuál fue la fuente de esta información, quiénes fueron los sujetos de estudio y si alguien en Guinea Ecuatorial fue encuestado para este análisis. La estadística tiene como fin último la toma de decisiones. En Guinea Ecuatorial, el trabajo más fácil de conseguir es el de maestro o profesor. Sin embargo, ¿qué formación tienen quienes ejercen estas profesiones? Muchos son recién graduados de institutos y trabajan en condiciones precarias, ganando 1.500 XAF por hora de clase. Sus salarios, que no superan los 70.000 XAF al mes, no cubren el coste del transporte mensual, que ronda los 60.000 XAF.
En estas condiciones, los profesores están agotados, mal pagados y desmotivados. Para muchos, las aulas se convierten en espacios de ocio donde comparten anécdotas personales en lugar de impartir clases. ¿Cómo no vamos a ser considerados los menos inteligentes del mundo si esta es la situación?
Ahora bien, debemos afrontar una realidad incómoda: quienes han contribuido a crear esta situación difícilmente podrán revertirla. Las estructuras actuales están diseñadas para perpetuar este sistema ineficiente, y las personas que lo dirigen no tienen la voluntad ni la capacidad de cambiarlo. El cambio no vendrá de ellos, sino de nuevas generaciones, de mentes frescas y de ciudadanos empoderados que sean conscientes de la necesidad de transformación.
¿Podemos mejorar este vergonzoso dato estadístico? Por supuesto, pero esto requiere voluntad política, un cambio estructural y, sobre todo, un compromiso colectivo. Nadie debería ser maestro o profesor sin una titulación universitaria que lo acredite. Además, es fundamental mejorar las condiciones laborales y salariales de los maestros, convirtiendo esta profesión en una de las más valoradas del país.
Según Google, los ciudadanos de Guinea Ecuatorial tienen el coeficiente intelectual más bajo del mundo, seguidos por países como Santa Lucía (62), Mozambique (64), Gabón (64) y Camerún (64). Las autoridades de Guinea Ecuatorial tienen la capacidad de revertir este dato si toman decisiones valientes y priorizan la educación.
Sin embargo, si seguimos esperando soluciones de quienes han creado el problema, el cambio nunca llegará. ¿Y tú, crees en este dato estadístico? Si tu respuesta es sí, comparte tus propuestas para mejorar esta situación. Si tu respuesta es no, analicemos juntos cómo construir un futuro mejor para Guinea Ecuatorial.