Tras la expulsión de tres militantes de Convergencia para la Democracia Social (CPDS) y la apertura de un expediente disciplinario contra el último rival de Andrés Esono Ondo en la lucha por la Secretaría General, los afectados han empezado a reaccionar públicamente. El último de ellos, Teófilo Nguema Ncogo, ha expresado su rechazo a la decisión mediante un manifiesto publicado en su perfil de Facebook. En él, denuncia lo que califica como una purga interna encabezada por el secretario general del partido para consolidar su control absoluto sobre la formación política.
Nguema Ncogo, natural del distrito de Cogo y militante de CPDS desde 2005, sostiene que su expulsión no ha sido más que una estrategia de la cúpula del partido para acallar las voces discordantes. Acusa directamente a Esono Ondo de ejecutar una purga interna para aferrarse al poder, eliminando a quienes cuestionan su gestión. Su expulsión se suma a la de otros tres militantes recientemente apartados y al expediente disciplinario abierto contra el último rival del secretario general en las elecciones internas del partido.
«Me afilié a CPDS por mi compromiso con la justicia social y los derechos humanos, pero hoy veo que el partido ha perdido su rumbo debido a la falta de liderazgo«, expresó Nguema Ncogo. Afirma que, en las elecciones de 2022, desempeñó un papel clave como director adjunto de campaña en la parte continental, organizando la movilización mientras otros dirigentes apenas se implicaban en la labor.
Sobre su proceso de expulsión, denuncia que se vulneraron los procedimientos internos del partido. «Nunca fui convocado por mi agrupación para discutir posibles faltas. El expediente fue abierto directamente por la Comisión Ejecutiva Nacional, sin previo aviso y con pruebas inexistentes«, afirmó.
Según Nguema Ncogo, su expulsión tenía un objetivo claro: evitar su participación en el Consejo Nacional de CPDS, donde planeaba exponer públicamente las irregularidades en la dirección del partido. «No querían que estuviera presente porque tenía pruebas de los abusos internos«, aseguró.
El exmilitante insiste en que el problema de CPDS no es el partido en sí, sino su dirección. «CPDS sigue siendo una institución política válida, pero bajo Esono Ondo ha perdido su esencia y funcionalidad«, afirmó. Asegura que dentro de la formación sigue habiendo militantes comprometidos, pero que estos son marginados por la cúpula dirigente.
Sobre su futuro político, Nguema Ncogo deja claro que seguirá en la lucha por los derechos humanos en Guinea Ecuatorial. «Mi compromiso con la justicia social sigue intacto. Ahora, más que nunca, me dedicaré a denunciar las injusticias en nuestro país«, concluyó.
Las tensiones dentro de CPDS siguen escalando, con un creciente descontento entre sus bases. Mientras Andrés Esono Ondo continúa su huida hacia delante señalando adiestra y siniestra los que «quieren destruir CPDS», el partido se desmorona bajo su liderazgo, cada vez más cuestionado dentro y fuera de la organización. Lo que antes fue una formación opositora con principios claros, hoy parece haberse convertido en un feudo personal donde las discrepancias se castigan con la expulsión y la lealtad incondicional es la única moneda de cambio. El CPDS de Andrés Esono no solo pierde militantes y simpatizantes, sino que también está perdiendo su razón de ser.
