¿Quién esperaba que el efulefú iba a ser diferente al emérito Teodoro Obiang?

Por José Eugenio Nsue

Los guineoecuatorianos no están como una cabra, ni incorregibles, obcecados y ofuscados porque les ha faltado la información, alguien que les advirtiera de la que se avecinaba en cuanto tomara definitivamente el poder el heredero por ser el primogénito, Teodorín Nguema Obiang; ni tampoco les habrá cogido de sorpresa el tic despótico y salvaje que está demostrando, ya que muchos lo habían dicho, explicado hasta incluso de hacer caso al refranero fang, habrían dado cuenta de que de esa diabólica familia, nada bueno podía salir.

En efecto, los fang decimos: ELOG ESAÁ AHDJÍ, ÉDÈFE BOAN BÁDJÍ (algo así como: «la hierba que come el padre, es la misma que comen los hijos»); es decir que si el padre es cleptómano o practica la cleptocracia como Obiang Nguema toda su vida, sus vástagos obviamente resultarán cleptómanos o la practicarán; si el padre es criminal, déspota y asesino consecuentemente los hijos tenderán a ser criminales, déspotas y asesinos; si el padre es o era un mujeriego y saltacunas, los hijos también seguirán el ejemplo, etc, etc. Algo equivalente al refrán español: ‘de tal palo tal astilla’.

Teodorín nació al comienzo de la época represiva de su tío – abuelo, Macías Nguema, el único Presidente elegido democráticamente del país y su padre, Obiang Nguema, cuando empezaban sus regímenes terroristas y dictatoriales, en un entorno familiar terrorífico, desestructurado, conflictivo y nada ejemplar; con un padre que además de autoritario, maquiavélico y despiadado, ha sido un infiel patológico toda su vida, y la madre cornuda y desquiciada por tanto ninguneo, humillaciones y desprecios del marido, hasta el extremo de romper el matrimonio canónico y casarse con otras tantas mujeres; su infancia tampoco fue como para echar cohetes; debió de crecer prácticamente en la calle como todos los niños de aquel entonces porque no había ni parques, ni instalaciones deportivas, ni centros de ocio donde llevar a los niños para entretenerlos por la pobreza y miseria que sus padres habían sumido a toda la población; entonces el país se parecía a Chernóbil que fue devastado por una explosión de la central nuclear, de lo desolado que estaba. De adolescente, tampoco aprendió nada a pesar de la gran oportunidad que tuvo tras el acceso de su padre a la presidencia de la nación, después del golpe de Estado del 3 de agosto de 1979; a pesar de haberle enviado a Europa y ¿América?, en los colegios internados privados Dios sabe para qué cuando en sus primeros 16 años, no había sacado ni el graduado escolar (hasta hoy, no hay ni un solo guineano que reconoce ni se acuerda haber coincidido en ningún instituto o colegio nacionales con Teodorín); y claro, enseñar a leer y escribir a un adolescente quinceañero mal criado, caprichoso y en idiomas (francés e inglés) extranjeros que ha pasado de repente de la miseria más absoluta a la opulencia, se antoja una tarea imposible, además su carácter salvaje e indomable por falta de modales. Tras vaguear y hacer el gamberro por Europa y América durante años, regresa a Guinea Ecuatorial y sin más, sus padres empiezan a confiarle altos cargos del Estado (Ministro) hasta que es nombrado sucesor y heredero de la corona de Akoakam haciéndole Vicepresidente de su padre.

Ahora que ya ejerce de Presidente ejecutivo de la República, ¿cómo iban a pensar que Teodorín tendría otro talante y otro estilo, además de lo vivido, copiado y bebido en el seno de su familia? No ha perdido el tiempo; desde hace menos de tres años que empezó a ejercer como Jefe del Ejecutivo, ha sacado las garras y ha presentado sus cartas de lo que está dispuesto a hacer en su mandato:

1. Toda la administración, todos los poderes nominales ( Ejecutivo, Legislativo y Judicial), todos los cuerpos castrenses, toda la sociedad civil así como toda la población en general, están bajo sus órdenes; hacen lo que él ordena, manda o diga. Todo el Gobierno (Ministros, Secretarios y Directores Generales), está sometido y subordinado bajo su autoridad.
2. Seguirá siendo igual o peor que sus predecesores parientes; seguirá impartiendo sus sabias orientaciones, su palabra es la Ley y sirve como una Sentencia firme; contra la misma no cabe ni recursos ni apelaciones; es de obligado y estricto cumplimiento.
3. Como su homólogo norcoreano, Kim Jong-Un, Teodorín Nguema Obiang es y debe ser el más guapo de entre todos los varones guineanos, el más sabio e intelectual; ningún ingeniero, arquitecto, piloto, licenciado, máster o doctor debe saber más que él; es el Capitán General y Comandante en Jefe de todos los ejércitos (sin haber pisado una sola Academia; el Primer Magistrado de la nación (nunca ha paseado por ningún campus universitario ni sabe dónde se estudia el Derecho).
4. Él está por encima de todo el ordenamiento jurídico, incluida la Carta Magna o la Constitución por lo tanto, ninguna ley, ninguna norma puede coartar, delimitar su autoridad, ni mucho menos obligarle a su acatamiento ni antes, durante ni después de su mandato; ni a él, ni a ningún miembro de su familia, ni siquiera a ninguno de los amigos de su círculo de amistades y conocidos (decir que eres pariente, amigo o conocido de Patrón Nguema Obiang, es una Carta de Inmunidad al igual que la que él goza); él solo depende y responde ante Dios en el juicio final y ante nadie más. Es el actual Jefe de Estado de la República de Guinea Ecuatorial, el Putin del país.

Ejemplos de lo que aquí afirmamos están a la vista de todos:

• Ordena detener y recluir a todos los jóvenes nacionales y extranjeros mayores de 16 años que se vean en las calles a partir de las 22h en todo el territorio nacional y acusarles de formar parte de las bandas juveniles de delincuentes (macheteros) sin pruebas, sin órden judicial y sin pruebas incriminatorias; se les puede torturar hasta matar (como así ha sido alguna vez) o deportarlos hasta las islas lejanas. No pasa nada; solo a obedecer y los familiares a callarse.
• Ordena movilizar a grupos «expertos en los pasaportes biométricos» para que fueran a las distintas embajadas donde se encuentran los guineanos que quieran hacer o renovar los pasaportes a sabiendas que en el mismo país no hay pasaportes ni material para el carnet de identidad; para hacerse con uno, tienen que sobornar a los oficiales o funcionarios afines o cercanos al círculo familiar de los Obiang que tienen en sus casas ejemplares y los venden para sus beneficios. En ninguna oficina consular aparece ni el equipo de expertos, ni los ejemplares de pasaportes, pero da igual; si lo ha dicho Nguema Obiang, hay que darlo por hecho.
• Anuncia en sus redes sociales que ha ordenado a las empresas de telefonía, propiedades de sus hermanos y hermanastros, de bajar los precios desorbitados de internet y las tarifas de llamadas; así mismo publica largas listas con los nuevos precios de los productos de primera necesidad que ha impuesto (se habla de consenso) a los comerciantes en todo el país cuando esos, además de pagar demasiado a la aduana y a los impuestos revolucionarios a los funcionarios, y no están dispuestos a aplicar nada, todo lo contrario, cada uno pone los precios como quiere. Aun así, no pasa nada; con que lo haya dicho Nguema Obiang, hay que sentirlo como si fuese real.
• Ahora nos están entreteniendo con el «affaire» Comercial Santy y los Magistrados corruptos. Nos quieren vender y hacer creer que Tontorín persigue y lucha contra la corrupción. Llevan meses atosigando solo al Comercial Santy por una práctica generalizada de todos los supermercados y grandes superficies que venden los alimentos en el país como son la falsificación y truncamiento de las fechas de caducidad y etiquetas; una denuncia que salió a luz gracias a los vídeos que un ex empleado español de otra firma publicaba en las redes sociales donde se mostraban cómo truncaban las fechas de caducidad de los productos, etc y venderlos al público meses y meses durante años. Curiosamente solo se han cebado con Santy y con los Magistrados corruptos que son la inmensa mayoría, los fiscales y los abogados que aprovechando que Pisuerga pasa por Valladolid, sin ser del caso pero viendo como una ocasión única de forrarse de millones, unos imponían multas millonarias, otros cogiendo bolsas llenas de millones sobornadas (nada más y nada menos que el mismo Presidente de la Corte Suprema de Justicia, el tal David Nguema que han dimitido); jueces no vinculados con la causa, dictando órdenes y contra órdenes, etc, etc. Total un desastre y clara muestra de cómo funciona la (in) justicia en el país. Y el colmo es que el Putin guineano, Teodorín, aprovecha la ocasión para seguir con la purga y ajustes de cuenta con los antiguos sirvientes de su padre emérito, ordena cerrar los supermercados de Comercial Santy, detener y encarcelar a los abogados de la firma así como a los Magistrados y Fiscales implicados en la trama corruptela supuestamente sin ningún mandamiento judicial. Precisamente Teodorín, el Príncipe de la corrupción (el padre es el rey de la corrupción); tropecientas veces condenado por corrupción, embargado de los bienes inmuebles y vehículos de alta gama y otros objetos que valen millones; ¡¡ordena detener a los demás ‘corruptitos’ que solo (y no por eso menos grave) que han estafado miles de euros!! Es como si el lobo actuara de juez para juzgar a las hienas por atacar a un rebaño de ovejas. Ni se lo cree él mismo.

La cuestión es saber lo que dicen ahora aquellos que decían que Teodoro Nguema Obiang Mangue nunca gobernará Guinea, ¿qué está haciendo actualmente; hay otra manera de gobernar? Otros que querían que gobernara porque sería mejor Presidente que su padre y su tío – abuelo; visto lo visto hasta ahora, ¿siguen afirmando lo mismo; les gusta lo que están viendo. Dónde está el cambio?

A los pocos guineanos de bien; os sigo preguntando: ¿de verdad que os vais a dejar explotar por ese espécimen? ¿Váis a aceptar que ese paranoico nos gobierne?

Cuanto antes nos levantamos contra ese amorfo, evitaremos que él se acomode en el poder y se enraice como su padre y su tío- padre. Si así lo hacemos, el pueblo de Guinea y nuestros hijos nos lo agradecerán y si no, nos lo demandarán; también Dios nos juzgará por incompetentes.

Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?