Por José Eugenio Nsue
¿Qué fueron hacer los combes, bubis, fernandinos, annoboneses a Bata en un encuentro convocado por los causantes de todos los males que adolece Guinea Ecuatorial y con los que no se puede convivir por sus costumbres bárbaras y su naturaleza asilvestrada?
Nada de lo que pasó en el aquelarre y el circo organizado por el sindicato del crimen organizado, el PDGE, en el Palacio de Congresos de Ngolo en Bata a principios de la semana anterior en los días 22, 23 y 24 del pasado de de noviembre, me sorprendió ya que, salvo los pobres mentales de los guineanos y algunos ingenuos extranjeros; a estas alturas, nadie cree ya en las palabras huecas del vetusto dictador y rey de Akoakam, tampoco en sus promesas y las de su banda de aduladores que hacen cada cierto tiempo a la población después de reinar durante más de 42 años sin cumplir si quiera con su cacareado slogan de ‘hacer el bien y evitar el mal’; no se han interesado ni ocupado de los guineanos.
Asistimos por la millonésima vez al espectáculo circense de la banda de los aduladores y vividores del reino, el show del inmaduro Pascual Bailón incluido, y el ejercicio de cinismo de Obiang, el mayor cínico de todos los tiempos, con sus patológicas contradicciones. En todos esos más de 42 años de su reinado, jamás se ha sentido responsable de nada de lo que ocurre en el país, nunca reconoce sus errores, nunca se equivoca; para él todo lo hace bien, nada va mal en el país; el pueblo, su pueblo, su coto personal va de maravilla, reina la paz y la gente es feliz, sana y todos trabajan y cobran sueldos envidiables; si hubiera algunos problemillas, la culpa es de los que él mismo ha ido confiando en los ministerios y demás cargos administrativos.
Sin vergüenza y sin pudor, se levantó renqueante y se puso en el atril para soltar otras tantas incoherencias; dijo que el país era demasiado dependiente de los productos importados. Guinea depende absolutamente de terceros países y nada nacional cuando tenemos tierras cultivables, el mar donde pescar… En sus 42 años de gobierno, no se ha hecho nada para cambiar esa dependencia; no producimos nada, dependemos de Camerún, Nigeria, Europa, Asia y América hasta para los productos de primera necesidad. Para el colmo puso a su hijo primogénito de ministro de Agricultura y Bosques que como siempre se dedicó a robar y no hizo nada.
Llamó insolidarios a sus miembros del Gobierno porque, tras enriquecerse desmesuradamente, son incapaces de ayudar a las capas más vulnerables. O sea, el país debe vivir de asistencias, de la solidaridad y caridad de los ministros; él no ha promovido ninguna política social a pesar de tener todo un Ministerio de Asuntos Sociales, ni para erradicar la pobreza aunque niega que haya pobreza en el país, sólo hay penuria; como si los dos términos se difieran; ni para mejorar la educación. En todo su mandato, no se ha construido ni acondicionado institutos y colegios en el territorio nacional, solo en su distrito de Mongomo; los padres hacen milagros para poder matricular a sus hijos en los centros privados que pululan por el país de los aventureros que han visto una oportunidad única para forrarse y no se sabe realmente qué se enseña en ellos. En la sanidad lo mismo; no hay hospitales dignos de ese nombre, no hay material sanitario ni están equipados, ni tampoco hay medicamentos; no hay manera de que los médicos puedan hacer diagnósticos certeros y así la gente se muere irremediablemente…, y él nos sale con que todas esas carencias las tienen que solucionar la caridad y la solidaridad de los ministros y no con las políticas del Gobierno, y se olvida que la solidaridad y la caridad son actos voluntarios y nadie puede exigir a nadie que sea solidario y caritativo; los Ministros han de ser juzgados por sus gestiones y si son competentes o no, y no si son o no solidarios; pero es la forma peculiar y particular que tienen Obiang y los suyos de entender gobernar un país.
Habló de la corrupción endémica que padece el país cuando antes decía que la corrupción era occidental, en su país no había tal cosa. Según él, en toda la administración se roba; lo que debía entrar en las arcas públicas, va a las cuentas personales de sus funcionarios. Dijo que todos los nuevos ricos salen a comprarse mansiones y bienes en el extranjero y pagan impuestos ahí cuando en el país no pagan nada. ¡Mirad quién fue a hablar!: el que nunca en su vida ha pagado ningún solo impuesto en toda su vida, el que toda su extensísima familia (mujeres, hijos, hermanos, primos, sobrinos, cuñados y amigos de todos ellos); todo lo que está relacionado con Obiang nunca pagan impuestos en el país; utilizan los bienes y recursos del Estado a su antojo y son los que compran mansiones, villas, barcos, aviones y cochazos de lujo en el extranjero, ¿por qué no les exige que paguen impuestos y sean ejemplares en el país que tanto les está dando? Se reúne en los Consejos de Ministros con sus miembros del Gobierno, ¿por qué no les dice esas cosas ahí y tiene que venir a humillarlos en público? Y si son inútiles, insolidarios además de ladrones, que lo son, ¿por qué sigue nombrándolos y confiando en los mismos? Teatro, puro teatro, a pesar de ser un actor patético.
Quizás lo que me llamó la atención aunque tampoco me sorprendió, fue la numerosa presencia de los paisanos de las etnias minoritarias en el circo y aquelarre de Ngolo. Se vio a muchos combes, bubis, annoboneses, bujebas con caras sonrientes y haciéndose selfies y posando en la alfombra roja como si fueran actrices y actores de Hollywood que luego se inundaron las redes sociales con esas imágenes; mi pregunta es: ¿a qué fueron; llevaron alguna propuesta para el país, algunas quejas de sus paisanos; dijeron algo de interés general? ¿En qué quedamos? ¿No era que los Fang éramos unos salvajes, incultos, ignorantes y asilvestrados, y éramos los causantes de todas las desgracias de Guinea y había que exterminarnos o mandarnos de nuevo al bosque de donde no debimos haber salido nunca? ¿La familia real de Akoakam no es Fang; el PDGE no es el partido de los Fang y es el que gobierna el país desde hace más de 42 años y tiraniza el país? ¿Quién os ha visto y quién os ve, gente insensata?
Había esperado alguna manifestación de esos salvadores de sus etnias arremetiendo contra todos esos traidores y traidoras de sus pueblos que, como arte de magia, se han vuelto más Fang y más del régimen que les masacra que muchos de nosotros; ha sido una vana esperanza. A veces suelo olvidarme de que estamos hablando de los guineoecuatorianos, gente falsa, incoherente, inconsistente, desvergonzada allá donde los haya.
Todos los que se estaban exhibiendo en Bata la semana anterior, los de la sotana con la efigie del monarca y la antorcha incluidos, son exactamente igual o peor que muchos Fang que igualmente estuvieron y participaron en el circo; son estómagos agradecidos por las prebendas que el régimen y les da, que en el fondo es la única preocupación del guineano: cómo llenar mi barriga y vivir del cuento; otros que fueron a hacerse ver por si podían pescar algo. Nadie estuvo ahí por Guinea ni por el pueblo sufridor que sigue sufriendo y padeciendo el maltrato y la humillación del régimen. La verdad y la realidad son tozudas; una semana después del aquelarre, el país ha vuelto a su cruda realidad: apagones, la COVID-19, arresto domiciliario de todo el pueblo, cancelación de todos los vuelos, cierre de fronteras, naufragios. Esto no tiene arreglo, pero, queridos paisanos, seguid aclamando al mejor economista del mundo, próximo Premio Nobel en Economía sin haber pisado ninguna universidad y habiendo despilfarrado cientos de miles de millones procedentes del petróleo en menos de 15 años. Increíble.
Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?