Según fuentes nuestras, el abogado Ángel Obama Obiang Eseng, miembro destacado de la Comisión de Juristas y de la Ejecutiva Nacional de CPDS, ha recibido una resolución que levanta la suspensión cautelar que se le impuso en agosto de 2024. Esta decisión fue comunicada el pasado 6 de enero de 2025 por la Secretaría del Colegio Nacional de Abogados de Guinea Ecuatorial, marcando un giro significativo en un caso plagado de controversias legales y políticas.
La suspensión de Obama Obiang, dictada mientras ejercía como representante legal de varios afectados por el caso de Annobón y defendía a Joaquín Elo Ayeto (Paysa), se justificó en su momento con argumentos que ahora, según el expediente de la resolución, se consideran insostenibles. Este desarrollo muestra a todas luces la no independencia del sistema judicial en Guinea Ecuatorial y el uso de medidas disciplinarias como herramienta de control político.
Un caso que desnuda, una vez más, las irregularidades del régimen de Teodoro Obiang.
Aunque el levantamiento de la suspensión es una noticia alentadora para la carrera del abogado, no puede pasarse por alto el contexto de injusticia en el que otros profesionales siguen atrapados. Tal es el caso de la abogada Gema Jones, del despacho Jones y Sacristán, quien permanece inhabilitada. La disparidad en el tratamiento de ambos casos deja entrever una falta de coherencia y de equidad en las decisiones de Malabo.
Más allá del triunfo individual que supone esta resolución, la situación subraya la compleja relación entre el régimen de Malabo y CPDS. El levantamiento de sanciones a militantes de la oposición no puede desvincularse de un trasfondo político donde las concesiones mutuas parecen formar parte de un pacto tácito. «Yo te acompaño a unas elecciones amañadas y tú dejas trabajar a mis militantes», podría ser el resumen de esta lógica. Así, mientras se ceden pequeñas victorias en el ámbito jurídico, se consolidan las dinámicas de control que perpetúan las irregularidades del sistema político.
Este caso, como tantos otros en Guinea Ecuatorial, expone no solo la fragilidad de las instituciones sino también la simbiosis entre actores políticos que aseguran la continuidad de un régimen que sacrifica la justicia en el altar de la «convergencia».
Ahora los de Macuto tendrán una lucha doble, 🤣🤣🤣 contra Obiang (PDGE) y contra Andrés Esono (CPDS) 🤓🤓🤓