El 28 de marzo de 2023, las Juventudes de la Convergencia para la Democracia Social (CPDS) de la región continental enviaron una carta de protesta a la Comisión Ejecutiva Nacional (C.E.N.), denunciando el trato recibido por parte del Secretario de Organización. Esta carta, que constituye un valiente acto de reivindicación, exponía cómo las actuaciones de dicho secretario contradecían los principios de autonomía establecidos en el artículo 51 de los estatutos del partido.
Los jóvenes denunciaron dos incidentes claros que reflejan el desprecio hacia su autonomía. En primer lugar, se les negó el uso de un vehículo para asistir a los funerales del Vice-Secretario General de Juventudes, Severo Moto Nfono, obligándolos a incurrir en gastos adicionales. En segundo lugar, señalaron la falta de apoyo del Secretario de Organización en la preparación de un seminario de formación política, dejando toda la carga logística y económica en sus manos.
Aunque el artículo 51 de los estatutos generales del CPDS, aprobados en el VI Congreso Nacional, garantiza la autonomía de la estructura juvenil para organizarse y elegir sus propios órganos de dirección, la realidad muestra un centralismo que contradice estos principios y margina a los jóvenes del partido. La denuncia presentada buscaba reconocimiento y promoción, pero, lejos de recibir una respuesta, los jóvenes que alzaron la voz fueron apartados y relegados desde entonces.
La respuesta a la carta de los jóvenes por parte de la dirección del partido llegó después de la conmemoración del día del fallecimiento del Dr. Wenceslao Mansogo. Andrés Esono convocó a los jóvenes en la ciudad de Bata, donde la reunión empezó con insultos hacia ellos, calificándolos de incompetentes y estúpidos, incapaces incluso de redactar una carta. Este encuentro terminó sin ninguna solución a los problemas planteados en la misiva, profundizando aún más la división entre la juventud y la cúpula del partido.
Otro punto controvertido es la notoria presencia del Secretario General en todos los grupos de WhatsApp relacionados con el CPDS, donde controla qué dicen los miembros. Un comentario fuera de lugar para Andrés es motivo suficiente para obligar a los administradores a eliminar al comentarista del grupo. Este comportamiento ha generado un ambiente de censura y control, incompatible con los principios democráticos que el partido dice defender. Andrés Esono participa activamente en el grupo de los jóvenes del CPDS, a pesar de no ser joven, y también en el grupo de mujeres de la misma formación, sin que conste que se haya travestido.
Este caso deja una preocupante reflexión sobre el futuro del partido. Si la juventud del CPDS solo está para posar en fotos, queda claro que la dirección no contempla una cantera que pueda renovar y fortalecer al partido en el futuro. Esto nos lleva a deducir, sin temor a equivocarnos, que el autoproclamado partido del cambio en Guinea Ecuatorial se dirige también hacia la continuidad eterna de las mismas dinámicas que hoy critica.
Ante eso, resulta inevitable recordar las actuaciones de la actual ejecutiva del CPDS, liderada por Andrés Esono, y su lugarteniente, conocido como «Piongyang». A 2025, solo cabe pedir que ambos paguen por el crimen de haber recibido millones del dictador para acompañarle a unas elecciones amañadas, traicionando así los principios de un partido que una vez se proclamó como el emblema del cambio. Al actuar en nombre del CPDS para validar una farsa electoral, la actual dirección no solo ha despojado al partido de su credibilidad, sino que también lo ha encaminado hacia una perpetuación de las mismas estructuras de poder que supuestamente combate.