Por José Eugenio Nsue
No sé si son palos de ciego lo que los que reflexionamos y opinamos sobre lo que pasa en Guinea Ecuatorial estamos dando; parece como si estuviéramos perdiendo el tiempo porque no estamos viendo los frutos de tanto esfuerzo, ni conseguimos ninguno de los objetivos que perseguimos cuales son: concienciar y despertar a la población para que luche y exija sus derechos y se haga respetar porque su dignidad como personas es y debe ser inalienable; por otra parte, implantar la democracia y el estado de derecho en el país, es decir, cambiar el rumbo de como va hasta ahora 57 años después de la independencia; en cambio, los acontecimientos, los comportamientos tanto de los dueños del país (los Obiang), sus colaboradores, los que se hacen llamar intelectuales, los funcionarios, la sociedad civil, así como los clérigos u hombres de sotana (la iglesia) y la sociedad en general, nos llevan a esa conclusión y la cuestión que se plantea es, si dar el brazo a torcer y mandar todo a la mierda, rendirse e imbuírnos en el determinismo y la predestinación, creer que la situación de Guinea Ecuatorial es fruto del destino, una fatalidad y nada se puede hacer, solo esperar el tiempo de cada uno para partirse, o por el contrario redoblar aún más los esfuerzos, armarse de valor para continuar con la lucha sin cuartel hasta la victoria final para salvar lo que aún es salvable en ese país ya que siguen naciendo niños, otros son chinijos (canarismo: pequeños, nenes) y muchos adolescentes inocentes, que merecen la pena ser protegidos y hacer que sus horizontes de esperanza, bienestar y felicidad sean factibles, al igual que los de todos los jóvenes del resto del mundo por eso, nuestro empeño de seguir denunciando y a la vez reflexionar para que quien tenga oídos y el que puede hacer algo más, oiga y lo haga.
No hace mucho, Guinea Ecuatorial volvió a cosechar otro monumental suspenso en la evaluación anual, Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de DDHH de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, entre los días 11 al 14 de noviembre. Durante las sesiones, volvimos a escuchar y ver cómo algunos de los mayores aduladores y estómagos agradecidos del régimen abyecto y criminal de los Obiang, Alfonso NSUE MOKUY y Sergio ABESO TOMO, tanto monta, monta tanto, insultaban a la inteligencia humana y volvían a reírse del pueblo de Guinea y sus habitantes. Afirmar que en Guinea, hay democracia y se respetan los Derechos Humanos; la independencia judicial estaba garantizada, los jueces y magistrados estaban formados y sus nombramientos obedecían a criterios de idoneidad, méritos y tras unas pruebas objetivas además, existía un órgano de gobierno de jueces independiente; el respeto y el cumplimiento de las leyes estaban garantizados y nunca había injerencias por parte del Poder Ejecutivo; la actuación de los cuerpos y fuerzas de la seguridad del Estado se enmarcaba siempre dentro de la legalidad, no existían ni torturas, secuestros, encarcelamientos arbitrarios, procesos extrajudiciales, sometimiento al tribunal militar de asuntos civiles, no había presos de conciencia, ni había privados de libertad en el país sin haber sido antes juzgados, etc, etc, etc, a sabiendas que estaban mintiendo como bellacos y con alevosía. Saben buenamente que en Guinea Ecuatorial, no hay separación, división de poderes, tampoco hay distribución de poderes. Todos los poderes en Guinea se concentran en una sola familia, la familia de los Obiang; no hay institución, poder u organismo autónomo, que funcione al margen de los Obiang; no hay ley, norma o regla que prevalezca o que esté por encima de los Obiang. Ellos (Padre, Madre e Hijo) son la Constitución o Ley Fundamental, Ley de enjuiciamiento criminal, Código Penal; son los que nombran y cesan a los jueces y magistrados, juzgan, enjuician, dictan las sentencias, condenan y excarcelan; el Fiscal del Estado es un títere, el mayordomo al servicio de los Obiang.
¿Cómo se puede hablar de respeto de los Derechos Humanos en un país donde se deja morir a una persona en plena calle sin que nadie vaya a su auxilio, ni la ambulancia, ni la policía, ni protección civil simplemente porque no puede pagar los servicios sanitarios; donde el pueblo toma la justicia por sus manos, atan y linchan a presuntos delincuentes en plena calle hasta determinan quemarlos vivos sin que aparezcan ni un agente de autoridad; donde lis militares, policías o gendarmes torturan abiertamente a los ciudadanos y los tratan peores que los prisioneros de guerra; donde los senadores, profesores, parlamentarios, los miembros prominentes del régimen y toda la familia de Obiang violan a menores, las embarazan y las toman por esclavas sexuales sistemáticamente, después les arrebatan los hijos y no dejan que las madres los pueden ver con absoluta impunidad; donde los que osan denunciar la desaparición de sus criaturas (caso de Manuel Sebastián NSUE NDJENG ANGONO en Micomiseng), lejos de buscar a los menores, perseguir y castigar a los secuestradores, pederastas y traficantes de los menos, los premian con cargos y a las víctimas, las torturan y encarcelan de por vida…?
Podemos seguir enumerando los ejemplos de malos tratos, torturas en las comisarías y cárceles públicas, la falta de respeto a la dignidad humana y el nulo respeto a los Derechos Humanos que sufren los guineanos para que vengan esos estómagos agradecidos literalmente (vasta con ver sus fisionomías) a hacer el ridículo ante el Consejo de DDHH de las Naciones Unidas.
Ya se dijo más de una vez; no estoy seguro que todos los que han vendido sus almas al diablo y están dispuestos a acompañar a los Obiang hasta el final en su determinación de acabar con los guineanos y con toda la riqueza nacional, saben que puede haber, va a haber el día después; que lo más probable es que no vayan todos con Obiang en la tumba a la vez y el mismo día; y si así fuera, puede que queden algunos familiares suyos, hijos, esposos o hermanos. Cuando actuéis así: Sergio ABESO, Alfonso NSUE MOKUY, Nicolás OBAMA, Clemente ENGONGA, Pascual BAILÓN OBAMA, Heriberto MEKO…, ¿pensáis en el más allá y en los vuestros?
ANE NSILÍ (es una pregunta).
Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?
