Por OBAMA OCHINAN
El indignante espectáculo exhibido en los medios oficiales sobre la corrupción judicial marca definitivamente el punto de inflexión con el periodo reformista correspondiente al mandato del presidente saliente de la Corte Suprema Juan Carlos ONDO ANGUE. Un periodo durante el cual, a la iniciativa del interesado, se planteó por primera vez la necesidad de reforzamiento de la capacidad institucional del poder judicial mediante el empoderamiento de su organo de gobierno (el consejo superior) en aras de la optimización del proceso de designación y de formación de jueces, así como del ejercicio de la potestad disciplinaria. En dicho marco y en relación a la lucha contra la corrupción (simbolizada por la amplísima trama de malversación de fondos públicos acometida por la misma familia dictatorial), ONDO ANGUE planteó en reiteradas ocasiones el deber de iniciarse la correspondiente acción penal contra todo servidor público, a fortiori contra aquel encargado de aplicar la ley, cuando aparecieran evidencias de su implicación en actuaciones delictivas. Una exhortación a la que por tanto no podían adherirse los artifices de la corrupción (el tirano y su camarilla), y que, a la par, cuestionaba la instrumentalización política del consabido disfuncionamiento judicial.
En efecto, acorde al axioma del PDGE, la inexistencia del estado de derecho en nuestro País debe atribuirse exclusivamente a la incapacidad del poder judicial de garantizar la efectividad del ordenamiento (que promueve con celo el gobierno del PDGE acorde a la normativa internacional!). Por ende, pese a la afirmada voluntad política del gobierno, se avera imposible reformar el poder judicial y erradicar la corrupción que lo corroe.
Si bien ya no requiera refutarse la expuesta falacia (habiendo recaído sendas resoluciones judiciales contra TNO en las que se desmenuza la trama corruptiva acometida por la familia dictatorial), sin embargo, la descrita visión política preside a la designación de personajes como David NGUEMA OBIANG al frente de la Corte Suprema, de Anatolio NSANG en la Fiscalia General, y de Salvador ONDO NCUM en el ministerio de justicia. Cuyos antecedentes corruptivos (atestados en el ejercicio de funciones anteriores) representan méritos profesionales a criterio del PDGE, y les predisponen a reconducir las causas disfuncionales del poder judicial en aras de obstruir la realización del estado de derecho, conforme exponemos. En efecto, los precitados (interdependientes en vez de independientes) conforman hoy en día un consorcio mafioso que administra la justicia en funciñon de sus propios intereses económicos (mediante cobros ilícitos, extorsión, prevaricación de resoluciones judiciales, malversación de fondos públicos, apropiación indebida de bienes decomisados, etc), redundando en la indefensión permanente de las partes desaventajadas económicamente.
ONDO NCUM, alias Mocache, un oscuro y corruptisimo personaje partidario de la tendencia ultrarepresiva y liberticida del régimen.
Apodado “Mocache el asesino” por su padre (en honor al asesino Mocache ahorcado en la plaza del reloj de Bata por orden de Macias, quien fuera el padre del político Avelino Mocache). Personaje siniestro y escurridizo que trató siempre de derivar responsabilidades, cultivando una falsa imagen a traves de las redes sociales, en las que trató recientemente, para colmo de cinismo, de acreditar su compromiso con la lucha contra la corrupción! Cuando la extrema degradación funcional de la justicia se arraíga ante todo a la inoperancia del ministerio a su cargo, al que la Ley Fundamental asigna la labor de promover las leyes rectoras de la organización del sistema judicial, de la política penal del Estado, de la lucha contra la corrupción, etc. En dicho ambito, ya no merece recalcarse que el actual titular del ramo es, a día de hoy en comparación con sus predecesores (Francisco NGOMO MBENGONO, Ignacio MILAM NTANG, etc) el más incompetente y el más reaccionario en relacion a la proteccion de los derechos fundamentales. Su mutismo durante los ultimos escandalos que han salpicado internacionalmente a nuestro País ilustra, por si, tal aserción. Ni las redadas contra los extranjeros en situación regular, ni las detenciones masivas de estudiante (operación limpieza), ni el escandalo de las vacunaciones forzosas, merecieron un pronunciamiento del siniestro Mocache.
La justificación de las gravísimas violaciones de derechos humanos ante el Comité de las naciones Unidas, la defensa y justificación de la prohibición de la doble nacionalidad, la preconización de un estatuto garante de la sumisión política del poder judicial, la participación a la obstrucción de la labor del colegio de abogados (es el autor de la designación de su actual junta de gobierno), la personalización a fines lucrativos del Tribunal Constitucional (declaró de oficio la inconstitucionalidad de la ley de procedimiento laboral en aras de la defensa de los intereses de un cliente de su bufete Ondo & Ondo). Tal es, sin ánimo de exhaustividad, el siniestro balance de la acción del interesado al frente del sector de la justicia.
A nivel corruptivo, el ministro Mocache es igualmente uno de los más engalonados del régimen. Desde la creación de la tapadera de su bufete Ondo & Ondo, desde el que se amañaban todas las sentencias del Tribunal Constitucional a su cargo (una actividad corruptiva que ha proseguido hasta la actualidad merced al apoyo del precitado consorcio mafioso), hasta la malversación y apropiación del presupuesto del Ministerio de Justicia, el de las cárceles públicas, el del Instituto de Practica Judicial, etc.
Anatolio NSANG NGUEMA, otro desvergonzado corrupto al que Comercial Santy gratificó también con 100 millones CFA para rebajar su solicitud de pena.
El que ocupa el cargo que anteriormente desempeñaba el corruptisimo David NGUEMA OBIANG, y que perpetúa la campaña de extorsión iniciada por éste, es al igual que el anterior uno de los peores perfiles que se han asignado a dicha función. Si bien el régimen habia designado anteriormente a un ex traficante de droga a dicho cargo, en la persona de Carlos MANGUE ELUNKU (qepd), quien había estado preso en España durante dos años por tráfico de droga, y que aun así mereció la confianza y la consideración del tirano para encabezar el ministerio público (si bien mal le supo).
Del actual fiscal general sobresale (al igual que en el ministro), aparte de su notoria vulgaridad y falta de personalidad (bailarin de bares de los bajos fondos de Malabo) la extrema venalidad. Dicha lacra, compensada por sus habilidades de delator impenitente, es de notoriedad pública desde que el interesado asumía las funciones de juez de instruccion en Malabo, patrimonializando el referido organo judicial y extorsionando a los administrados bajo cualquier pretexto. Siendo innumerables las tramas corruptivas en las que se atesta fehacientemente su participación directa.
En el caso Comercial Santy, y pese a la gravedad de los hechos enjuiciados (atentado contra la salud pública mediante venta de productos alimenticios y farmaceúticos caducados), tras solicitar inicialmente la cuantia de 2000 millones de francos CFA por concepto de responsabilidad civil subsidiaria, y penas de prisión y reclusión en su grado menor, el fiscal general procedió posteriormente a rebajar de oficio dicha solicitud de penas (sin alegar atenuante o consideración juridico-procesal alguna que justificara la reducción de las penas) contrayendolo en 400 millones de francos CFA. Instando asimismo la libre absolución de todos los imputados y la imposición de multas insignificantes. Todo ello previa concertación con el escribano de la Corte Suprema, el magistrado Eliseo NVO MANGUE (encargado por “la superioridad” de materializar la prevaricación). Por dicha labor, el fiscal general del Estado recibió de Comercial Santy una gratificación de 100 millones de francos CFA (al igual que el presidente de la Corte Suprema).
David NGUEMA OBIANG, la extorsión como modo de impartición de la justicia.
Si bien con ocasión del llamado caso Comercial Santy quedó patente la extrema indignidad del actual presidente de la Corte Suprema (solo comparable al episodio del cobro ilícito realizado por Jose OLO OBONO), merece recordarse que su actuación al frente de la magna jurisdicción esta jalonada de multiples escandalos corruptivos en los que se ha acreditado más alla de toda duda su implicación directa. Desde que fuera nombrado fiscal general del Estado (siendo a la vez abogado del Estado encargado de la defensa de los intereses personales de TNO), el interesado ha usado siempre de su influencia para interferir en la designación del personal jurisdiccional (poder judicial y ministerio público), a efectos de designar “cobradores” en todas las instancias. Los cuales, en agradecimiento, han venido cumpliendo cabalmente su obligación de entrega de sobornos, así como de las tasas que debieran revertir a las arcas del Estado. Conforme deriva de precedentes escandalos, NGUEMA OBIANG integró en la referida cohorte de “cobradores” a toda su familia, a su hija secretaria del Juzgado de Rebola (salpicada por los referidos escandalos), a su hermano Clemente ALOGO OBIANG, secretario de la Audiencia Provincial de Bata (emisario y portador del soborno de 100 millones que le fueron abonados por Comercial Santy), etc. Al tiempo que se rodeó de los artifices de la corrupción judicial para amañar sentencias, negociar, extorsionar, etc. Una labor confiada al corruptisimo magistrado Eliseo NVO MANGUE (con antecedentes anteriores en el caso de los videos de GENERAL WORKS) y al secretario de lo laboral Jose ONDO OFA.
Precisamente, en el caso GENERAL WORKS, el corruptisimo NGUEMA OBIANG se ilustró (en tanto que miembro de la comisión liquidadora) por su implicación en el saqueo de los bienes de dicha mercantil (robo de dinero en metálico, de teléfonos y ordenadores, venta de vehículos y recambios industriales, y de chatarra, venta de terrenos, de áridos, y un larguísimo etcétera). Asimismo, con la complicidad del vice ministro Juan OLO, falsificó el informe de valoración del patrimonio de dicha empresa (un informe elaborado por PricewaterhouseCoopers) al objeto de ocultar numerosos activos que posteriormente se repartieron ambos.
En otro escandalo corruptivo versado sobre expediente laboral iniciado por los ex trabajdores de la firma FIMAC (propiedad de la hermana del tirano Monica OKOMO NGUEMA), David NGUEMA OBIANG recibió otro soborno de 100 millones de francos CFA (abonado por los imputados Carlos MECHEMBE y CHIQUI NENE) para obstruir la acción de la jurisdiccion laboral.
Mereciendo igualmente citarse el cobro de comisiones millonarias en el caso COMMERCIAL BANK GUINEA ECUATORIAL (CBGE), filial del banco camerunés COMMERCIAL BANK CAMEROON (CBC). Con tal ocasión, David NGUEMA OBIANG (en complicidad con Juan OLO MBA y Marcelino OWONO EDU) preconizarían la ejecución de la sentencia recaída contra el gobierno de Guinea a favor de dos estafadores, Gaston KENFACK DOUAJNI y Sylvana COMBET que pretendían actuar en representación de Yves Michel FOTSO y de CBGE. Una vez verificado el pago a su favor, ambos revirtieron su parte del botin a los precitados. Habiendo trascendido la refrida trama precisamente a instancia de la victima Yves Michel FOTSO.
En definitiva, un historial delictivo digno del Padrino de la mafia, que seguramente merecerá nuevamente a David NGUEMA OBIANG las congratulaciones del cleptocrata en jefe OBIANG NGUEMA y de su hijo NGUEMA OBIANG MANGUE, el responsable de la cruzada anti-corrupción (humor del PDGE!)
Epilogo
La aparición en escena de David NGUEMA OBIANG, en sustitución de Juan Carlos ONDO ANGUE (separado por razones políticas, véase nuestro articulo “poder judicial y disidencias” del 25 de enero de 2021) supuso una notoria regresión en el ambito de la reforma del poder judicial y de la lucha contra la corrupción. Así lo atestan, tanto la notoria inoperancia del actual presidente de la Corte Suprema, como los reiterados episodios de corrupción protagonizados por éste. En tal sentido, la complicidad del fiscal general y del actual ministro de justicia, patentizada en su inacción e indiferencia, confinan a una grave crisis institucional, una de tantas que apelan a la deposición de la dictadura. En efecto, la restauración del estado de derecho, en la que debe enmarcarse la lucha contra la prevaleciente corrupción endémica, requiere la preceptiva legitimidad y autoridad moral de los titulares de las instituciones del Estado, a las que no podrían pretender ni el tirano Obiang ni su hijo NGUEMA OBIANG, en su calidad de precursores de la malversación del erario público. Por tanto, la crisis del poder judicial no es sino un mero reflejo de la deriva del régimen dictatorial que campa en nuestro País desde hace 43 años, y a la que debemos hacer frente común para revertir nuestro destino.
Todo de los obiang tiene base estúpida y maligna
Como dijo el propio Abayek,»Yo soy el arbitro y moderador del país»…Así que, que disfrute de los frutos su moderación y arbitraje al frente del país!!!
Cuando hablamos de la Justicia en GE, hay que hablar de Olo, miembro directo de la familia presidencial, es quien influye en todas las decisiones judiciales importantes del estado EG, tiene la confianza del presidente de la República es su primo a lo fang, es su cuñado por parte de la primera dama, concuñado por parte de la segunda dama, el entramado judicial se llama Olo, el David y cualquiera figurín dentro del espectro de lo que se llama justicia en GE, es Olo.
Toda la cúpula que figura como mandatarios en la fiscalía, tribunal supremo y tribunal constitucional, están a las órdenes del todo poderoso Olo, quien se encarga que todo funcione al ritmo del régimen del PDGE.