Detenciones en la Gendarmería revelan red de corrupción en el caso TDT

Boney, Chikinene, Maki…

Los calabozos de la Gendarmería en Malabo y Bata se han convertido en el epicentro de otro de los sonados escándalos en Guinea Ecuatorial. Fuentes cercanas aseguran que el «Caso TDT» está a punto de desatar una tormenta política que hará caer a más nombres del círculo de poder del régimen. «La cosa está que arde en palacio», confirman.

Entre los ya detenidos se encuentran figuras clave de la trama:

Ignacio Nsi Biko, conocido como «Chiky Nene«, fue arrestado el pasado viernes al aterrizar en Malabo junto a su hija procedente de Madrid. Tres días antes, Jesús Cantero Nsegue, alias «Boney«, había sido recluido en la misma gendarmería. Boney, es señalado como testaferro de Teodoro Biyogo Nsue, cuñado del sátrapa Teodoro Obiang, habría gestionado el envío de cinco millones de euros a España con el objetivo de influir en el polémico «Caso King», que involucra a Billy y Cano. Además, su papel en el retraso de los casos de «Didi» y «Nico» lo coloca como un engranaje clave en la maquinaria corrupta.

Las declaraciones de Boney durante su interrogatorio han arrojado más luz sobre el alcance de la trama. Siempre según nuestras fuentes, en sus confesiones asegura haber entregó comisiones a «Tío», cercanas a los 2.000 millones de francos CFA. Reveló además que éste se llevaba un 7% de cada libramiento relacionado con el proyecto TDT, dejando al descubierto cómo se inflaban los costes para beneficiar a los implicados.

La situación se complica tras los primeros interrogatorios. Documentos que vinculan pagos ilegales realizados a Teodoro Biyogo han salido a la luz. Según las mismas fuentes, uno de los socios españoles de la trama logró huir hacia Douala, llevándose consigo documentos incriminatorios.

Por su parte, Maximiliano Meko, conocido como «Maki» y exministro de Telecomunicaciones, fue arrestado ayer en Bata y trasladado esta mañana a Malabo. Se sospecha que durante su gestión facilitó maniobras para ocultar los desvíos relacionados con el «Caso TDT».

El «Caso TDT» no solo revela la aparente ineptitud de quienes se consideraban intocables, sino que destapa una red de delitos, sobornos y manipulaciones políticas que sacude los cimientos del gobierno paralelo, el gobierno de la llamada Primera Dama y sus hermanos. Una trama que, lejos de mostrar a estrategas sofisticados, expone a delincuentes comunes disfrazados de poderosos.

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