Por José Eugenio Nsue
Repasando los diferentes servicios que prestan los ejércitos y los cuerpos y fuerzas de seguridad, que son la policía, la guardia civil en el caso de España, de los estados ordenados y civilizados, a parte de los bomberos, la protección civil; encontramos que, además de defender y garantizar la integridad y la seguridad del territorio y los ciudadanos: TODO POR LA PATRIA; también están para socorrer, rescatar y salvar las vidas de las personas hasta las de los animales. Los vemos sofocando incendios, evacuando o desalojando víctimas en las catástrofes, inundaciones, rescatando a los alpinistas, turistas, bañistas, o a los inmigrantes que arriesgan sus vidas para alcanzar el «dorado» del Occidente (Canarias, Ceuta y Melilla, Ampedusa, Grecia, Estados Unidos…); también se les ve instruyendo y formando a otros cuerpos de policía y fuerzas del orden público, construyendo puentes y carreteras o salvando vidas en las zonas en conflicto, etc, etc.
En la República de Guinea Ecuatorial, ¿a qué se dedican nuestro ejército y los mal llamados cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado cuando vemos que ni el país está siendo defendido; los delincuentes, malhechores y maleantes, campan a sus anchas y pasean como Pedro por su casa por todo el territorio nacional; el país se ha convertido en el puerto y el aeropuerto internacionales para los traficantes de todo tipo de drogas; los maltratadores, violadores, corruptos y asesinos, andan sueltos y celebran sus atrocidades a bombo y platillo y hacen ostentación de sus botines delante de todo el mundo; desparecen niños, aparecen personas muertas, muchas de ellas mutiladas en las ciudades y los poblados sin ninguna explicación, investigación ni detenciones…
Estos últimos días, las redes sociales están llenas de imágenes espeluznantes de cuerpos sin vida esparcidos por las carreteras y alrededores por accidentes terribles e inexplicables sin que se viese un solo agente de la seguridad, bomberos, sanitarios, ni siquiera una ambulancia para socorrer, asistir o evacuar a las víctimas; solo se ven los vecinos y otros pasajeros queriendo impotentes sacar, salvar el mayor número de víctimas.
La población guineoecuatoriana está abandonada a su suerte mientras que la familia cleptómana y criminal de los Obiang se ríe en su propia cara, va contando a los cuatro vientos los avances, desarrollo y transformación que está conociendo el país cuando no hay ambulancias, efectivos sanitarios o cuerpos y fuerzas de seguridad para asistir a los ciudadanos. A ellos no les interesa sus vidas. Se nos dijo que el padre había nombrado Vicepresidente a su primogénito y le encargó la defensa y seguridad nacional, de eso hace más de 8 años (22/06/2016). Desde entonces ese está en todo, menos en lo que le había encargado su padre. Ni el ejército cumple una sola de sus funciones, ni está formado y preparado; ni los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado prestan los servicios que se les supone a la población todo lo contrario, se dedican exclusivamente a amedrentar, atosigar, extorsionar, a robar…; hasta ya los vecinos les están pillando in fraganti, robando como el sujeto que fue sorprendido con las manos en la masa queriendo llevar las bombonas de butano que no eran suyas, o sea estaba robando y con su propia porra, los vecinos le propinaron una monumental paliza hasta estar a punto de lincharle; aun así, no se presentaron sus propios colegas para salvarle del palizón que recibió. No ha sido capaz de formar, estructurar, preparar e inculcar a los cuerpos y fuerzas de seguridad bajo su mando para que sirvan para algo, protejan y defiendan a los ciudadanos que debía ser su cometido, su función. ¿Cómo es posible que 45 años después, no han sido capaces de comprar un helicóptero de salvamento y rescate, una flota de ambulancias, formar una unidad o cuerpo especial y específica que se ocupe de la protección y socorro de los ciudadanos?
No sorprende. En esta Guinea de los Obiang, nada es nuevo; desde que llegaron al poder, nunca han tenido la intención de favorecer ni trabajar por el desarrollo y progreso nacional, solo y exclusivamente el suyo, a pesar de las huecas palabras, eslóganes y expresiones rimbombantes y biensonantes que sueltan en las entrevistas de los medios de comunicación. Su único afán es colocar a todos los suyos y hacer que vivan a cuerpo de rey por eso, todos los miembros de esa maligna familia a cuáles más burros, les visten con trajes de generales del ejército cuando ni han pisado academia ninguna, ni han estado en un campo de tiro, aunque fuera solo por el ocio, ni saben escribir sus nombres; a otros simplemente se les van colocando en lugares de fuentes de ingresos, oficinas diplomáticas sin ser diplomáticos solo para controlar a los funcionarios, tratarse de sus patologías imposibles de tratarse en su Edén imaginario convirtiendo así dichas sedes diplomáticas en residencias de convalecientes y desahuciados; y otros que con toda desfachatez y desvergüenza, aceptan ocupar puestos en el Gobierno, la Administración y las Instituciones nacionales a sabiendas que son perfectos incompetentes.
Tontorín Nguema Obiang hace gala de su apodo o apelativo. Es tan incompetente y tarado que no ha sido capaz de poner a funcionar ni un solo plan, iniciativa o proyecto en los se ha metido. Es tan atrevido, virtud de los ignorantes, que ha pretendido abarcarlo todo, ha asumido todas las competencias, funciones y poderes de la Administración, el Gobierno y las Instituciones, él sólo, y no ha resuelto nada. Se le ha visto ordenando comisiones de investigación, auditorías o firmando requerimientos y apremios contra EGTC, Martínez Hermanos, AJM, Ventage, Pegasos, Guinaco para que en 10 días devuelvan los más de 77 mil millones de francos CFA que deben a Guinea Ecuatorial por haber evadido los impuestos (31 de julio del 2024. Hasta la fecha no se ha vuelto a saber nada, ni tampoco se ha recuperado nada). Se mete en todo y no soluciona nada, menos ocuparse de lo que su padre le había confiaso: la defensa y seguridad nacional.
A pesar de esa palpable incapacidad, ignorancia, desidia o maldad; muchos siguen acudiendo, dirigiéndose a él como el Salvador, para que interceda por ellos y vaya a su auxilio; ¿qué mejor auxilio como ordenar que el ejército, que no tiene nada que hacer porque en el país reina la paz y la gente vive feliz, bien, libre y no estamos en la guerra; a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que tampoco hacen nada, para que garanticen la seguridad y la integridad territorial, se ocupen y protejan a los ciudadanos; sacar algunos milloncejos de lo que despilfarran él y su familia para dotar a los cuerpos y fuerzas de seguridad y al ejército de helicópteros, ambulancias y material de rescate para el bien del pueblo y los ciudadanos de Guinea Ecuatorial? ¿Estáis dispuestos a seguir viendo cómo vuestros vecinos, familiares y amigos mueren dentro de los coches o aplastados sin que nadie haga nada? ¿Vais a seguir aguantando a que Obiang y familia os sigan tomando el pelo, hablen como si les importasen vuestras vidas mientras viven y hacen lo mismo? ¿No se os dijo, no ha mucho, que la disolución del Gobierno, no era más que otra maniobra burda y distracción, que ese espécimen humano iba a morir con las botas puestas haciendo exactamente lo mismo y contando con los mismos costaleros corruptos de siempre?
Anoche que ha empezado a llenar su circo de payasos, acróbatas, bufones, contorsionistas, titiriteros y monigotes, nombrando al Primer ministro y dos Viceprimeros ministros: Manuel OSA NSUE (hasta ahora director BANGE), Gaudencio MOHABA MESU (presidente del parlamento) y Alfonso NSUE MOKUY (Viceprimer Ministro 3⁰, encargado de los DDHH). ¿Quién no os suena? ¿No eran los mismos que había cesado por corrupción, ineficacia e incompetencia?
Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?
