Oligui Nguema, el alumno aventajado de los dictadores de la zona.

EL ÁFRICA CENTRAL TIENE UN GRAVE PROBLEMA DE GOBERNANZA.

Por José Eugenio Nsue

El sábado pasado asistimos virtualmente a la toma de posesión y la investidura del Presidente electo de la vecina República de Gabón, Brice Clotaire OLIGUI NGUEMA, en el estadio de l’Amitié de Libreville. Tanto la puesta en escena como los invitados a dicho acto, más de una docena de Jefes de Estado africanos, la performance y el boato desplegados durante el acto, la presencia de un tigre real o figurado, la invocación de poderes ancestrales y los antepasados…, nos recordaba a los que ya tenemos cierta edad, que es más de lo mismo, estamos ante un calco, el mismo modus operandi que sus predecesores y otros de los países vecinos, una prueba más de que el concepto que tienen los dirigentes centroafricanos de poder y la gobernanza que se resume en la ostentación, el folclore, la opresión, la prepotencia y la brutalidad mientras que la sociedad y el pueblo padecen la miseria y la pobreza, y están abandonados a su suerte, es lo que hace que el África Central sea una de las zonas más atrasadas no sólo de todo el continente, sino del planeta.

Oligui Nguema, desde que fue a rendirle pleitesía y recibir del dictador Obiang ‘sabias orientaciones’ en su primer viaje después del golpe de Estado, viaje que criticamos y no entendimos su razón cuando entre lo que él dijo después de dar el golpe que le había motivado echar del poder a los Bongo que llevaban una eternidad y habían convertido el Gobierno en una monarquía, adoptar la corrupción sistémica, el nepotismo y el empobrecimiento del pueblo como forma de mandar; era lo mismo que los Obiang hacían multiplicado por 10, sin embargo prefirió que Obiang fuera su mentor, padrino y modelo de gobernante que quería seguir y hacer caso, a pesar de que ese mismo Obiang y su hijo, el heredero de la «Casa real» de Akoakam, el Vicepresidente de su padre, Nguema Obiang T., negaron a reconocerle como Presidente y le exigían que depusiera su actitud y devolviera el poder a Alí BONGO; además, Obiang junto con los otros Presidentes de los países de la CEMAC, muchos de ellos golpistas también, expulsaron a Gabón de la Comunidad Económica y Monetaria del África Central. Lo que no podíamos imaginar, era que la imitación de las maneras, modos de vida y proceder de su padrino Obiang, iban a ser tan idénticas, parecidas que no se ha necesitado pasar mucho tiempo para darnos cuenta.

Empezando por los comienzos de ambos: los dos se «formaron» militarmente, fueron ayudantes de campo (Oligui) y Jefes militares encargados de la defensa (Obiang Nguema); al igual que el padrino Obiang Nguema, Oligui Nguema tras afirmar que iba a devolver el poder arrebatado manu militari a los civiles, en cambio sin renunciar a su condición de militar (General y Comandante en Jefe de la Guardia Republicana Gabonesa), condición que jamás ha renunciado oficialmente, a pesar de haber mentido a una periodista al preguntarle por ello diciendo que ella «estaba hablando con un civil porque estaba vestido con un traje civil», como si el hábito hiciera al monje; convoca las elecciones de las que gana con un porcentaje abrumador propio de una república bananera: 94% de votos, igual que su padrino Obiang, quien sistemáticamente viene ganando todas las elecciones con los mismos porcentajes. El colmo de las similitudes ha sido a la hora de formar el Gobierno; al igual que su padrino, Oligui ha quitado la máscara al nombrar 43 Ministros en un país de a penas 2.5 millones de habitantes mal contados. Si a esos les sumamos los Secretarios Generales y Directores Generales de dichos Ministerios, tendríamos más de un centenar de miembros del Gobierno. ¿Qué hace un minúsculo país, prácticamente despoblado, con una cincuentena de Ministros cuando las grandes potencias mundiales y países súper poblados (Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, China, India…), a penas tienen Gobiernos de menos de veinte Ministros? ¿Cómo se explica que un país tenga más Miembros de Gobierno que número de hospitales, centros de enseñanza media o universidades y hasta el número de médicos especialistas?

África Central tiene un problema muy grave de gobernanza. Está claro que el continente entero está en un impasse; a pesar de que según muchos estudios y tratados, el continente africano, si no es el primero, tiene que ser uno de los primeros continentes donde surgió la vida humana y la civilización. En él ha habido grandes hallazgos que transformaron la humanidad: la escritura, la medicina y la cirugía, la Arquitectura e Ingeniería, la Metalurgia, las Matemáticas, la Astronomía, el Sistema de Riego, el Papiro, etc, etc en el antiguo Egipto; sin embargo inexplicablemente esa civilización y la inteligencia con las que contaron los primeros pobladores africanos (egipcios), se han ido diluyendo con el paso de los tiempos hasta llevarnos a donde nos encontramos actualmente en comparación con el resto de los continentes; la involución ha sido tal que nuestro continente cuenta con las «personas» con el peor coeficiente intelectual del planeta: los guineoecuatorianos. África es el culo del mundo y, dentro de África, la África negra es aún peor, retrógrada, subdesarrollada, primitiva, salvaje; y en el África negra, el África Central no tiene nombre, es el desastre total, no hay nada de lo que enorgullecerse; sus dirigentes no creen ni quieren la democracia, las libertades, la justicia o la dignidad humana; no creen ni aceptan la alternancia en el poder, no saben por qué ni para qué gobiernan, lo único que les importa es robar para los suyos, convertir sus países en cotos privados donde saquear, colocar a sus familiares y amigos para que hagan lo mismo, se aprovechen y vivan de sus recursos mientras el resto de los ciudadanos que son la inmensa mayoría vive arruinado, la gente pasa verdaderas calamidades. Ahí les vemos arrastrándose como zombis, vetustos, sin fuerzas y sin salud, sin ideas y sin proyectos, pero no quieren dejar el poder, todo lo contrario, lo han convertido en monarquías donde el poder se hereda de padres a hijos. Tanto Obiang NGUEMA como Paul BIYA o Denis Sassou – Nguesso, octogenarios, toda una eternidad en el poder y sus países en una absoluta miseria; en Chad, el hijo de Idris Déby que murió en extrañas circunstancias con la anuencia del hijo, Mahamat Déby, ha cogido el relevo sin ser elegido y sin ningún proyecto o plan de mejora en el país.

Con ese panorama, Oligui Nguema que había disimulado tomar otro rumbo, ser distinto y había despertado cierta esperanza entre los africanos de la zona CEMAC; con su puesta en escena del sábado y habiendo escogido a Obiang Nguema como padrino y copiado su modelo de gobierno, no hace falta ser adivino para saber lo que le espera al pueblo gabonés. Los fang decimos: «N’GUÈ WA DJIMI ANE SÓ EBÒ A FAN, DEG YE ANE KABAN EBÓ A DJAA» (algo así: si no sabes cómo pacen los antílopes en el bosque, observa cómo lo hacen las cabras).

Menos reivindicaciones de la vuelta a las tradiciones y prácticas ancestrales, dediquémonos a buscar fórmulas para rescatar nuestro continente del primitivismo en el que se ha quedado anclado, derrochemos los esfuerzos para salvar nuestros países, echar a todos esos dictadores moribundos y criminales que por no querer, no se quieren ni así mismos ni a los suyos, para construir Estados Modernos y homologables. Nuestra misión debe ser poner África, nuestros países a la altura de los demás en la ciencia, tecnología, desarrollo y respeto humano y la educación; lo demás son pamplinas.

Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?