Por Andrea Spinelli Barrile
A finales de este año, Guinea Ecuatorial irá a votar para elegir a su presidente: las elecciones anticipadas se celebrarán al mismo tiempo que las legislativas y municipales. La decisión de celebrar todas las elecciones al mismo tiempo fue tomada el pasado lunes por el Parlamento de Malabo y estuvo motivada por el deseo de ayudar al Gobierno a hacer frente a las numerosas obligaciones que le incumben en un momento en que la crisis económica afecta al mundo en general y a nuestro país en particular», reza un comunicado del Presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, de 80 años, en el poder desde 1979, nada menos que 43 años: lo que le convierte en el jefe de Estado más longevo del mundo.
La candidatura, o no, del propio Obiang sigue rodeada de misterio. Aquejado de problemas de salud desde hace años, lleva tiempo preparando la sucesión de su hijo, Teodoro Nguema Obiang Mangue, conocido como Teodorín, actualmente vicepresidente en funciones del presidente y también encargado de la defensa y la seguridad del país. Guinea es una diminuta nación que cuenta con enormes yacimientos de crudo y está gobernada desde hace cincuenta años, con mano de hierro, por el clan presidencial Nguema, que se reparte los beneficios de la industria petrolera. Su población puede estar entre las más ricas del mundo, pero la mayoría de los habitantes viven en el terror y la pobreza extrema.
En el número 4/2022 de la revista África publicamos un extenso artículo sobre Guinea Ecuatorial escrito por Andrea Spinelli Barrile (compre un ejemplar del número). Apretada, en el continente africano, entre Camerún y Gabón, su capital es Malabo, en la isla de Bioko, a 40 kilómetros de la costa continental. Antigua colonia española, de la que conserva la lengua, el sistema legal, el sistema fiscal y el sistema judicial, Guinea Ecuatorial se independizó en 1968, cuando el ex alcalde de Mongomo Francisco Macías Nguema se convirtió en presidente con la aprobación del gobierno de Madrid. Inmediatamente acercado al bloque soviético, Macías Nguema se autoproclamó «presidente vitalicio» en 1972 y gobernó con sangre hasta 1979, cuando un golpe militar dirigido por su sobrino de 37 años, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, entonces alcaide de la infame prisión de Black Beach, logró deponerlo. Fue ejecutado menos de dos meses después por un pelotón de soldados marroquíes al no encontrar soldados locales capaces de superar el oscuro miedo que infundía la figura de Macías.
Siguiendo el camino ya trazado por su tío, Teodoro Obiang situó a su familia y al llamado clan Mongomo en el centro de la vida económica y política, e hizo que ocuparan todos los puestos clave del poder del país. Se impuso como un padre de la patria autoritario y despiadado, aunque externamente se mostró como un político democrático que trabajaba por el bien de su pueblo. El descubrimiento del petróleo, a principios de los años 90, cambió las cosas radicalmente y la familia Obiang, gracias a un complejo sistema de empresas públicas dirigidas por miembros del clan, y privadas dirigidas por miembros de la familia, consiguió acumular una enorme riqueza utilizando los yacimientos petrolíferos y los recursos forestales como un cajero automático sin fondo y de uso único. Aunque la renta per cápita ha alcanzado los niveles de Noruega, la mayoría de la población sigue viviendo por debajo del umbral de la pobreza, con menos de un dólar al día, en la miseria, la suciedad, la ignorancia y el miedo.
La historia de Guinea Ecuatorial pasa hoy necesariamente por la familia gobernante y sus miembros: toda la estructura del gobierno, de la justicia, de la economía está formada por miembros de esa familia, todos ellos allí no por estar cualificados sino precisamente por ser miembros de esa familia. Las próximas elecciones nos dirán si el futuro del país continuará en la senda trazada hasta ahora por los Nguema. De los 1,6 millones de habitantes del país, un total de 427.661 votantes se registraron durante el censo electoral del 11 al 23 de julio de 2022. El parlamento de Guinea Ecuatorial es bicameral, siguiendo el modelo del parlamento español: el Senado tiene 75 escaños, 15 de los cuales son nombrados por el jefe de Estado; la Cámara de Diputados tiene 100 escaños. El Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (Pdge), en el poder con Obiang desde finales de los años 70, ha creado una coalición electoral con otras 14 formaciones de la llamada oposición democrática para formar una amplia mayoría presidencial. El único partido de la oposición legalizado, la Convergencia para la Democracia Social (CPDS), luchará por conseguir algunos escaños en el Parlamento: las últimas elecciones, en 2016, las ganó Obiang con más del 93% de los votos.
Guinea Equatoriale in crisi: l’inamovibile presidente lascia? | Rivista Africa (africarivista.it)