Las desgracias, no vienen solas. ¿ O sí ? Lo entenderán si no se quedan solo con el título.
El Padre Clemente se había hecho ahijado del sumun del mal que azota Guinea Ecuatorial; muchos quieren ser apadrinados por el mismo-padrino de Boda, de comunión , de confirmación , ordenamiento sacerdotal, del pepesup de Babita en la calle Mongomo. El caso es ser apadrinado, como sea. Y el Padre Clemente había sido apadrinado por el melandro de Akoakam.
Familiar directo del «morsa», «el Kung fú de Sofá», Anatolio Ndong Mba, estaba ejerciendo su oficio de sacerdote en Roma, donde también se sabía que había estudiado; título civil incluido bajo el sobaco; pero, el Padre Clemente se traslada a Guinea por el estado de salud de su progenitor; quien tiempo después falleció. El Padre Clemente, solicitó una audiencia a su padrino, quien en le aconseja quedarse a vivir en el país, porque «perdía tiempo en Roma». En la misma audiencia con su padrino, éste le habla de la vida precaria, últimamente, que se registra en las diócesis; por tanto, si la decisión ya estaba tomada en quedarse en el País, lo mejor será que trabaje en el INSESO, valiéndose de su título civil. Hecho.
El reverendo padre oficiaba misas y la vez, era empleado del Instituto de Seguridad Social de Guinea Ecuatorial.
El Melandro viendo la debilidad de su ahijado en aceptar todas las propuestas, aprovechó la coyuntura y le propuso la definitiva, la propuesta que le lleva a la dirección contraria. El reverendo padre tenía que formase militarmente en la escuela de inter-armas que lleva el nombre de su padrino. O sea, el cura, se metió en la «academia de mierda» y salió con la graduación de Comandante. Todo un polifacético : Sacerdote, Diplomado en recursos humanos y Comandante de los ejércitos. Esto último , ya era una dirección contraria.
El reverendo Padre Clemente desoyó las advertencias de sus superiores del Clero.
«No estoy bajo la responsabilidad de los superiores de la iglesia de Guinea«, espetó el Padre Clemente a sus superiores de la iglesia.
El comandante sacerdote, como era de esperar ya iba armado; nadie le tosía en ninguno de sus múltiples servicios; acusar, en lugar de confesar a feligreses, ya era lo habitual. Hacer la vida imposible a los demás miembros del clero guineano subió a nivel solo alcanzables por el Arzobispo Juan . Ya era muy arriesgado dialogar con el Comandante cura; todo ya le sdab igual. «Y terminó abrazando también esa práctica que suelen ir hacer de noche con las caras pintadas en blanco«, ha dicho una fuente consultada.
En una de sus sesiones sacerdotales y de comandante de los ejércitos en Evinayong, al «ahijadísimo» se le averia el vehiculo de gama alta que llevaba y lo abandona en el lugar;cogiendo un coche de un familiar en la ciudad de Bata rumbo otra vez a Evinayong donde había dejado el coche averiado, acompañado de dos chicas , supuestas primas hermanas,el cura comandante, tomó la autopista; otra vez en «dirección contraria» en una vía pública.
«Después de la formación castrense, el Padre Clemente ya no estaba bien en la azotea», dicen los más próximos a él en vida.
Según testigos presenciales, Padre Clemente tomó el sentido contrario desde el inicio de la autopista; Para ir a Evinayong, cabes señalar, se coge la autopista para salir por Akonibé o bien, por la ciudad fantasma de Oyala. Todo ese recorrido, el Comandante lo hacía en sentido contrario; fue interceptado en una de las muchas barreras, pero amenazó a los militares, haciéndoles constar quién era- Ahijado de Papa tío, comandante y cura- y continuó su trayecto anormal; trayecto en el que encontró la muerte esperando.
Un 4×4 de la marca Toyota, conducido por un camerunés se chocó con el coche en el que iba el comandante. El impacto fue tan brutal que, en el acto perecieron tres personas y la última chica «familiar» murió en el hospital,días después.
Así se nos fue el Reverendo Padre-Comandante Clemente, instigado por su padrino, eligió la dirección contraria.
