Por Francisco Ballovera Estrada
A nosotros los ciudadanos de a pie (civiles) nos está costando mucho trabajo denunciar con nombre y apellidos a los militares del ejército que sistemáticamente delinquen a diario contra la población y sus bienes. Pues, a tal efecto, y viendo la gravedad que cada vez va tomando el asando, creemos que es importante que todos los militares armados expuestos en las vías públicas, muy aparte de su distintivo indumentaria del ejército o compañía al que pertenece, sean identificados con un chaleco unicolor y su respectivo número. Así, a la hora de denunciar legalmente al sujeto o infractor agente del Estado por el reo cometido, nos resulte más fácil hacerlo ya que, aunque le preguntes honestamente por cómo se llama, el individuo nunca te lo dice. O que cada uno de los militares sean devueltos a su respectivo unidad o campamento de origen y nos dejen circular en paz en todo el ámbito nacional.
Desgraciadamente la situación cada vez más se va agravando. El Gobierno sigue sin pronunciarse. Por lo visto los militares no están allí para obedecer lo que se supone que les han ordenado sus superiores que debe de ser la labor de defender el estado, a las personas y sus bienes… En Guinea Ecuatorial, no estamos en un estado de Guerra. Y si no es este el caso, es importante que nos lo expliquen a través de los medios informativos nacionales y ordenen ya, si precisa, el toque de queda.
Que cesen con los saqueos, las extorsiones, las intimidaciones, violación de todos los derechos etc. en las vías públicas de todo el país. Que acaben ya con la impunidad de prohibir a los ciudadanos circular libremente y el vil orden estricto de disparar a matar a cualquier civil desarmado que se equivoque. Está demostrado.
El guineano en general y todos los expatriados actualmente residentes en Guinea Ecuatorial, queremos seguir gozando de nuestra absoluta libertad y derechos. Queremos seguir siendo lo que somos, una sola familia humana.
