Los maltradores de Yasmina Sopale han sido reconducidos a sus puestos de trabajo

• Los ogros, quienes mal trataron a Yasmina públicamente y la metieron en el maletero del vehículo particular de uno de ellos, campan a sus anchas en Rebola , exhiben armas  y galones delante de los oriundos.

El comisario principal de la localidad de Rebola y su ayudante, autores materiales del mal trato a una mujer en esa localidad, Yasmina Sopale, más conocida por Odety,quien padece de transtornos mentales, han sido reconducidos  a sus puestos de trabajo habituales.

Tras un periodo no superior a un mes y medio, fuera de vista de la población  , mientras se calmaban los ánimos en la localidad de Rebola, los verdugos de Odety han vuelto al lugar del crímen, con tan solo palmaditas en los hombros del “buen hacer”.

Barbaridades tales, no pueden terminar porque los autores de las mismas siempre han salido premiados por las altas instancias dictatoriales. “Así es como hay que mantener al pueblo”.

El  defensor del pueblo, es un pinta monas en Guinea Ecuatorial; nadie sabe para qué está; pero, cobra y sale en fotos de los jerifaltes del Malabo. Algún día tendrá que explicar el por qué anula una onvestigación solo porque el cuepo de (des)orden al que pertenecen los autores del mal trato que llegó a provocar el aborto no deseado de Odety  dijo que ellos ya habían abierto otra investigación.

¿Qué tipo de investigación de esa índole lleva a la reconducción en los puestos de trabajo a los autores del mal?.Nadie ha asumido la responsabilidad del caso,ni el ministerio al que pertencen los energúmenos, comisario y ayudante, ni mucho menos el gubernamental partido que tiene como lema , “hacer el bien y evitar el mal”

Según prescripción médica, Yasmina tiene que hacer una revisión la próxima semana; pero, no hay medios en esa familia; la única entrada de dinero que se conoce del marido de Odety es de ser árbitro de fútbol durante los fines de semanas(20000 Xcfa por partido); lo que hace concluir sin miedo a equivocos  que , no se podrá llevar a cabo dicha revisión; a no ser que, algún alma caritativo  haga verdaderamente el bien y evita el mal.