Por Sir Lucky Dube ,CIUDADANO Y COMUNICADOR
“El esclavo que no organiza su propia rebelión, no merece compasión… pues éste esclavo, es responsable de su propia desgracia” – Thomas Sankara –
Guinea Ecuatorial en cuartos de la CAN. El gobierno, con Tontorín al frente, presume de torneo y de organización. La afición, que está en su derecho, desborda euforia, o mejor dicho, está ciega de euforia, aunque tenga derecho a estarlo. Pero derechos, libertades, sanidad, educación, trabajo, corrupción, torturas… todo esto sigue PEOR QUE AYER Y MEJOR QUE MAÑANA.
Lamento ser el abogado del diablo, pero somos un país bananero y merecemos los gobernantes que tenemos. Yo, ayer, era el primero que rebosaba de alegría viendo ganar a mi selección, 95 minutos de tensión, de adrenalina, de orgullo y sentimiento de pertenencia… pero fueron eso, 95 minutos; quizá un poquito más. Luego hay que volver al asfalto, al barro, a las trincheras, a la realidad.
Me apena profundamente reconocerlo, incluso me produce vergüenza, pero nosotros, la sociedad civil guineana, los mismos que decimos que queremos cambios; que queremos libertades y derechos; que señalamos los vicios y defectos de la dictadura; los mismos que siempre somos víctimas, somos a la vez cómplices. Nos parecemos a nuestros gobernantes más de lo que nos pensamos, probablemente, más de lo que estamos dispuestos a reconocer, porque les reímos las gracias, los endiosamos, con nuestra complicidad les decimos que lo hacen bien. Si los políticos son el reflejo de la sociedad a la representan, entonces tenemos los políticos que nos merecemos, porque son los que hemos parido como sociedad.
Tenemos derecho a alegrarnos y enorgullecernos con las victorias de Guinea, sean las que sean y en las circunstancias que sean. Pero a olvidar que todo lo demás sigue yendo igual de mal, a eso, no tenemos derecho. Al final del día, el fútbol es el menor de nuestros problemas.
From somewhere in South Africa
Sir Lucky Dube
¡One Love!
P.D.: Celestino OKENVE sigue en prisión. Pero no pasa nada, porque estamos en cuartos.