El narcisista que nos podría tocar si, Dios no lo remedia


Las detenciones  y deportaciones en caliente de extranjeros (africanos y europeos) perpetradas por las llamadas fuerzas del orden  que cumplen una  orden directa de la superioridad del vicepresidente de su padre a instancias de ese último, han despertado una fuerte indignación entre los guineoecuatorianos de buena fe. Todo un abuso de poder a la vista de todos; un abuso que conlleva, aparte de las torturas en las dependencias  oficiales de afinamiento (estadio de fútbol) y comisarías de policías en los distritos del interior del país, saqueos económicos, así como de material de primera necesidad como teléfonos móviles, lavadoras, colchones, ordenadores portátiles etc.

La indignación se ha extendido incluso en aquellos que, públicamente vitorean, aclaman, aprueban sus ínfulas de “patrón” que se le dice. Todos lamentan las acciones que se han llevado a cabo en los últimos días por todo el ámbito nacional contra los extranjeros, nuestros vecinos, cuidadores en muchos casos de nuestros hijos, así como de bienes inmuebles.

La oleada de malos tratos a los extranjeros que hoy vemos y lamentamos, es parte de la normalidad en la población guineoecuatoriana por temporadas y regiones. Esto no es más que una acción propia de un jefe de un grupo armado con rehenes; los cuales, rehenes, tiene que mantener continuamente agitados para que no articulen un pensamiento liberación. Una ristra de acciones intimidatorias a la población, nativos y extranjeros; una amenaza real y latente, amén de suponer ingresos para los sabuesos garantes de la “paz reinante

Y en ese estado de brutalidad característica de la “dictadura lucrativa”, es el gran legado del padre que su hijo es vicepresidente; su herencia y la que lo llevará sin lugar a dudas, a la guillotina por los mismos que lo vitorean; cuestión de tiempo

En 1973, la inteligencia americana y francesa describió a  Idi Amin Dada como “racista, errático, impredecible, brutal, inepto, belicoso, irracional, ridículo, excéntrico, cómico, payaso y asesino, bufón de gran corazón y militarista¨…Lo que le llevó el apelativo cariño de  “El carnicero de Uganda”.

En 2020, la inteligencia judío-americana, rusa y francesa han dicho de Teodorin Nguema Obiang “racista, errático, impredecible, brutal, inepto, belicoso, irracional, narcisista, ridículo, excéntrico, cómico, payaso, asesino, bufón y militarista

¿Co-incidencias con el carnicero de Uganda? Más bien, son Obiang-incidencias.

Llama poderosamente la atención el calificativo narcisista; el cual la wikipedia define como “un trastorno mental en que las personas tienen un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás” 

Solo queda esperar que Dios nos pille confesados si este engendro humano, es el siguiente a dirigir los designios de nuestro pequeño, pero hermoso país.

Para Radio Macuto, Maja Ndong desde Campo Yaundé

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