Así tratan los agentes del régimen de Malabo a los extranjeros

Por Juan Rafael MBELA ASANGONO, historiador.

Esto lo vivimos a diario. Es el calvario que sufren los oesteafricanos en el País del panafricanista, OBIANG NGUEMA MBASOGO, Presidente de la República de Guinea Ecuatorial. Es el jefe de Estado y de gobierno y presidente fundador del PDGE en realidad (Partido Dictatorial de Guinea Ecuatorial).  Sus aduladores lo definen como: artífice de la Paz que conoce el País, su milagro económico y de sus infraestructuras. Apóstol de La Paz, un hombre, el mejor hombre, el único hombre, el enviado. Arquitecto de la nación, gran orientador, el humanista, gran panafricanista y otros bla bla bla…

Cuando recibimos algún trato impropio en Europa por parte de una administración, decimos “los blancos son racistas”. Y cuando nos lo hacen con un marcado espíritu de superioridad y aversión, lo denominamos xenofobia. Cabe aclarar qué es la xenofobia, primero en sociología y política, de manera muy simple: “Doctrina que establece una jerarquía entre las diversas razas o grupos nacionales, y defiende la superioridad de uno de ellos respecto a los demás. También designa el conjunto de reacciones individuales o colectivas que, consciente o inconscientemente, se ajustan a esta doctrina”. y decimos que hay que combatirla. En otro sentido, muchos migrantes, independientemente de la raza, se sienten rechazados por los nacionales. También decimos que hay que combatirlo.  Pero, si nos centramos en lo que ocurre en el país del que lleva todos los mejores atributos,  no se sabe qué calificativo puede darse al  trato que sus esbirros dispensan a nacionales y a extranjeros; no parece que sea racismo ni pueda ser xenofobia atendiendo a sus etimologías.

En el vídeo que mostramos, un agente golpea a un oesteafricano en El Barrio de los Ángeles, de Malabo en uno de esos controles rutinarios que nadie sabe qué controlan. En el fondo, son “movidas” para extorsiones a los extranjeros y no porque sean odiados, simplemente porque, tras decaer la producción y que muchas empresas hayan tenido que cerrar sus puertas, ya no hay sitios para sacar dineros con facilidad y ahora, hay que sacarlo de donde sea y como sea y los que más sufren esta arbitrariedad son los oesteafricanos, asesinados por civiles y maltratados por los agentes de orden: En el vídeo se escucha cómo dice el pobre que tenía 5.000 Francos (unos 8€), lo golpea y recoge también los cinco, todo a cara descubierta en pleno día.

Estos hechos sí merecen ser combatidos, pero OBIANG no piensa en ello porque sabe que sus perros de caza ya no tienen otros ‘enchufes’ y permite estas extorsiones, como mal menor no sea que en estos “responsables del orden”, en una rabieta, pudieran volverse contra él, aunque no tuvieran muchas probabilidades de éxito.  

Así está el País del Milagro de Guinea Ecuatorial, del gran panafricanista, del humanista… Se ha dicho hasta la saciedad que el clientelismo perpetrado en Guinea Ecuatorial por el régimen de OBIANG ya no puede generar reformas que redunden en cohesión y sostenibilidad social. El problema no es la suma de estos incidentes aislados en distintos sectores, como se diría en un equipo de fútbol, que el problema no es de los jugadores, sino del entrenador y éste es OBIANG. No puede luchar contra su propio hijo, o contra la corrupción o las actitudes delictivas, porque OBIANG es la corrupción y el fraude personificados.

Apelo, desde mi visión histórica, a mis compatriotas, para que tengan presente la evolución de las sociedades desde el punto de vista de la historia. Cuando un pueblo pretende trazar su destino, si ignora su pasado, tiende a repetir las malas experiencias en el futuro. Cambiar este régimen está en nuestras manos.

Asodegue2ªetapa

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