Acerca de las declaraciones de Filiberto Ntutumu Nguema sobre la «debilidad» de las instituciones del PDGE

En arás del proceso electoral en curso, y ante el anuncio de una manifestación liderada por el partido CI (cuya disolución fue acordada por el tirano Obiang), la dictadura acude a una inédita e intimidadora campaña de violencia orquestrada por los macheteros. Una milicia de jovenes adscritos a la seguridad nacional, drogados con tramadol, que a la luz del día y ante la indiferencia generalizada de las autoridades competentes, asesinan a machetazo limpio a cualquier transeúnte incauto con el que tropiezan, so pretexto de arrebatarle sus míseras pertenencias.

Mas allá de la campaña de comunicación urdida de forma tardía por el régimen en relacion a los referidos incidentes, quisieramos detenernos sobre las apreciaciones críticas de Filiberto Ntutumu Nguema, quién afirma en el programa televisivo «A Fondo» que las instituciones de la dictadura son débiles (entiéndase hay que endurecer la dictadura !). Aun cuando éstas declaraciones no se refieren directamente al actual episodio de violencia callejera, sino a precedentes incidentes, se releva la implicación de los dirigentes del régimen en todas las tramas de delincuencia organizada que se registran en el País. Desde la extorsión despiadada de empresas extranjeras dirigida por el mismo tirano Obiang (a la que participan todos los miembros del gobierno), pasando por el clima de terror instaurado por los responsables de seguridad, véase Didi en Bata al frente de un escuadron de asesinos llamados «los plateados», los atracos y robos de vehículos perpetrados por una banda dirigida por el mismo Nicolás Obama Nchama (y su complice «Chico de oro»), etc.

Sin embargo, las anteriores declaraciones nos llevan a preguntarnos quién es realmente Filiberto Ntutumu Nguema, si su balance al frente del instituto Rey Malabo, del ministerio de educación, de GEPROYECTOS, y del partido PDGE, si su labor al frente de la UNGE, le legitiman para emitir críticas acerca de la gestión realizada por otros caciques del aborrecido régimen – en éste caso y aunque se abstenga de explicitar su propósito, de los responsables de seguridad nacional y del poder judicial.

No sin antes abundar sobre la aserción del siempre perspicaz Fernando ABAGA EDJANG, en aras de la contextualización del referido clima de inseguridad que se ha adueñado de nuestras calles, y que es innegablemente consecutivo al disfuncionamiento generalizado de las instituciones (con razón puede hablar el rector magnifico de debilidad de las instituciones). En efecto, y contrariamente a la verborrea oficial del PDGE, los llamados macheteros no conforman una banda de ladrones. Si lo fueran, no acecharían a la popoblación más pobre de Malabo a la que solo arrebata baratijas, sino que acosarían precisamente a las élites del régimen, las personas más acaudaladas del País. Si fueran ladrones, no actuarían de manera coordinada y enlazada por las redes sociales, ante la indiferencia de las llamadas fuerzas de seguridad. Si actúan a cara descubierta al único fin de sembrar el pánico, es precisamente porque se trata de unidades adscritas a la seguridad nacional, cuya misión es infundir miedo a las facciones extremistas del CI, aquellas dispuestas, cara a las elecciones en curso (defraudadas de antemano), a reeditar los enfrentamientos con las fuerzas del orden público. Por tanto, la reactividad de fachada de TNO – convocatoria y sermon a las autoridades jurisdiccionales, detenciones masivas de estudiantes inocentes, etc – no constituye sino una mera operación de comunicaciones que, para colmo de cinismo, tiende al reforzamiento de su propia imagen.

En efecto, ante la pasividad de las fuerzas del orden, nos viene a la mente la reactividad y la determinación con la que actúan para detener, secuestrar y asesinar a políticos disidentes, para conducir las redadas contra los extranjeros y rastrearlos hasta en sus domicilios. La facilidad con la que empuñan el arma y disparan contra ciudadanos indefensos, sin que dé lugar a acción legal alguna, etc. Un celo que esta ocasión se echa en falta ! De igual manera, la reprimenda de TNO a las autoridades jurisdiccionales obliga a rememorar (sin ánimo de ocultar los factores disfuncionales internos al poder judicial) que las cárceles de Guinea son custodiadas por militares que sólo obedecen ordenes del tirano y de TNO, y no de jueces. Desde que Obiang fuera designado carcelario en jefe por el precedente tirano Macias Nguema, todos los reclusos se consideran presos privados suyos (o de su familia). Tal es asi que de los más de 500 reclusos apiñados en la inhospita cárcel de black beach, solo unos 200 lo están por mandamiento judicial. Ni se hable de los centros de detenciones tales como guantanamo, en los que los ciudadanos permanecen durante meses, a veces durante años, en condiciones infrahumanas y para los que no es admisible tramitar demandas de habeas corpus. La justicia es un reflejo del sistema político al que incumbe determinar su organización, no concibiéndose por tanto una reforma del sistema judicial al margen de una evolución del propio sistema político del que dimana. Sin embargo, la valoración crítica del rector magnifico (acerca del disfuncionamiento de la justicia y de la seguridad ciudadana) no se extiende al inmobilismo social inducido por el PDGE, un partido que ha dirigido durante años y del que pretende desmarcarse de manera subrepticia.   


La impostura y el oportunismo del hijo putativo de Macias Nguema que sueña con endurecer la dictadura.
Filiberto Ntutumu Nguema nació en Mongomeyen (municipio situado a 40 km de Mongomo) y es supuestamente hijo natural de Francisco Macías Nguema. No fue reconocido por éste ni por la familia de éste, tampoco se tienen datos de la supuesta relación de su madre con el difunto presidente. Sin embargo el interesado profesa una admiración ilimitada por la labor sangrienta acometida por su padre putativo (que conllevó asesinatos masivos y el desmantelamiento socio-politico del País) y considera la reconducción de la dictadura macista como una alternativa política viable de la era post-Obiang.

Filiberto Ntutumu alega haber estudiado ingenieria civil en la Unión Soviética, grado de ingenieria técnica (media carrera), sin precisarse en que universidad. En realidad no se tienen datos de su periodo formativo en la URSS (ya que en la era de su padre putativo estaba en la milicia y en la masiva !), pero tras el mismo nunca ha oficiado como ingeniero tecnico sino como profesor en el instituto Rey Malabo, y posteriormente como jefe de disciplina y director del mismo. Antes de auto-designarse político como los de su calaña. Al respecto y de antemano, su gestión desastrosa al frente del ministerio de educación y de la UNGE (sobre la que nos detendremos)  plantea serias dudas acerca de su perfil formativo y de su capacidad intelectual. Si bien gravitó siempre en el habitual entorno de la comisión de seguimiento (del PDGE) de Mongomo, ésta no le aupó a los cargos de responsabilidad que ostentaría luego (su personalidad suscita naturalmente el rechazo). En realidad salió del anonimato del instituto Rey Malabo merced a su mentora Maria VERMIDIA BUCHANAN (más conocida como Rubi), la esposa paraguaya del tirano, con la que colaboró en sendos proyectos relacionados con el sector de la educación. En efecto, aunque se la conociera como una de las temibles sicarias del régimen, Rubi era supuestamente experta en educación y fue destacada a Guinea por la UNESCO. En ese contexto, y habiendo colaborado con el interesado en sendos proyectos, decidió exigir su nombramiento (a su tirano de marido) para el cargo de vice-ministro de educacion, y posteriormente para el de secretario general del PDGE y director general de GEPROYECTOS.

En opinión de todos los que siguieron a Filiberto a lo largo de todos esos años, en su personalidad concurren todos los desquicios de los de su especie. Personalidad mezquina, despótica y altanera, notoriamente promiscua (sus multiples relaciones matrimoniales son efimeras, y mantiene paralelamente relaciones sexuales con una multitud de mujeres, muy jovenes, con las que nunca llega a comprometerse, y a las que somete a un incesante acoso psicológico). Es extremadamente corrupto y ha amasado una ingente fortuna (que se complace a exhibir) en su paso por el ministerio de educación, por GEPROYECTOS, por el partido PDGE y en su actual posición de rector de la UNGE. Su residencia principal de Malabo (en Sampaka) es una inmensa propiedad rodeada de un sinfin de medidas de seguridad (desde que una de sus fulanas intentó envenenarle, supuestamente por orden de la primera dama !), y un escaparate donde exhibe el fruto de la rapiña.

 Siempre con altivo y brusco ademán (la nostalgia de la milicia), se caracteriza por pronunciar largos discursos enérgicos, desarticulados y siempre deconexos de propósito. La razón de su afinidad con el tirano Obiang (que sin embargo execra a los hijos legitimos de Macias Nguema) radica sencillamente en que el rector magnífico es un conspirador y un octavillero en el alma. Siempre crítico con todos y sobre todo (la fórmula mágica de los mediocres que pretenden valorizarse), y siempre al acecho de cualquier atisbo de información negativa que pudiera estimular la ira del ogro contra los enemigos reales o imaginarios. Desde el instituto Rey Malabo, en el que se encargó de la vigilancia de maestros y estudiantes reacios al credo del partido (subversivos diria su padre putativo !), hasta en las más altas esferas del régimen (ministerio de educacion, GEPROYECTOS, PDGE, etc) en las que resaltó como delator impenitente. Como es menester, crítico acerbo del sistema pero admirador empalagoso del líder y conceptor del mismo (la esencia misma del adulador).  


La ambigüedad de su perfil político.
Sin embargo, fiel a su reputada obsesión persecutoria, el dictador siempre ha mantenido una viligancia rigurosa del reducto de nostálgicos de Nsangayong y del PUNT (nos entendemos), y nunca ha creído en la sinceridad de su compromiso con la causa política del PDGE. Por tal razón, muy a pesar de las apariencias, siempre ha tenido en el visor a Filiberto Ntutumu (como a otros), sobre todo desde que se revelara su pretendido vínculo filial con Macias y su aspiración a liderar el citado grupo de nostalgicos de Nsangayong.

En efecto, en numerosas ocasiones se ha reportado que pese a manifestarse ferviente partidario del PDGE (como es de esperar de un dirigente del partido), Filiberto Ntutumu se ha mantenido siempre muy crítico, en privado, respecto a las líneas directrices del partido. La policía política del régimen releva asi que siendo secretario general del partido, y a la vez director de campaña cara a las elecciones presidenciales, el interesado inició una campaña paralela en el seno del partido para afianzarse como alternativa al periodo post-Obiang. Lo cual suscitó la hostilidad generalizada de la élite del partido, justificando posteriormente su cese en el cargo de secretario general. La reciente crítica del funcionamiento de las instituciones del régimen (de parte del interesado) se enmarca en el descrito afan de afianzarse como alternativa politica para el periodo post-Obiang. Si bien, conforme exponemos, tales aspiraciones no se justifican ni por el perfil personal del interesado, ni mucho menos por el desastroso balance de su accion al frente del sector educacional y del partido.  


La pesima labor realizada al frente de la educación, en continuidad de la que inició su padre putativo Macias Nguema.
Macias consideró tempranamente a los intelectuales como renegados, pro-occidentales y enemigos del Pueblo, e inició seguidamente una persecución feroz contra ellos, ordenando el cierre de las escuelas legadas por la colonización y la prohibición del uso del español como lengua oficial (sustituida por el fang). Una visión que el actual tirano compartió y que en gran medida sigue inspirando su política sectorial en materia de educación. Una política demagogica (inexistente) que ha relegado a Guinea Ecuatorial al rango de los países con los peores sistemas educativos del mundo. La insuficiente formación de formadores, la inadaptacion de los planes de estudio, la falta de infraestructuras y equipamientos, han conllevado el descenso del nivel formativo y la desvalorización de los títulos expedidos por los centros formativos nacionales, desde los de la primaria hasta los de la UNGE (a dia de hoy no son homolagables en ningún País). Tales carencias estructurales se han visto agravadas por la extrema corrupción de los responsables del sector, tales como Filiberto Ntutumu, sucesivamente, profesor y jefe de disciplina del instituto Rey Malabo, vice ministro y ministro de educación, secretario general del PDGE (como tal encargado de las becas) y rector de la UNGE.

En efecto, pese a afirmar la Ley Fundamental que la enseñanza pública (desde primaria hasta la universitaria) es gratuita en Guinea Ecuatorial, desde que accediera al ministerio de educación, el interesado ha procedido sin embargo a una patrimonializacion de la enseñanza pública merced a la imposición de gastos extraoficiales de inscripción, la venta de equipamientos financiados por el gobierno, y la venta de las becas donadas por los países amigos. Atestandose que el interesado ha seguido cobrando a día de hoy (merced a sus enlaces en el sector) unos derechos por matrícula (de 25.000 a 60.000 francos) a titulo de la asociación de padres de alumnos (APA), así como unas subvenciones por la impresión de libros escolares.

La actividad extorsionista del interesado salió a la luz a raíz de los escándalos relacionados con la venta de becas concedidas por el gobierno español, cuya gestión le fue encomendada por el mismo tirano en su calidad de secretario general del PDGE. Cuya finalidad, al tratarse de becas gestionadas por el partido opositor CPDS, era la de privar de su disfrute a los estudiantes ideologicamente afines al CPDS. A tal efecto, el interesado procedió al truncamiento de los resultados de la selectividad, y numerosos alumnos inaptos obtuvieron las mejores notas al objeto de beneficiarse de las becas (por filtración previa del contenido de las pruebas), mientras otros suspendieron (a veces sin que se haya corregido sus examenes). Muchos de los suspendidos por orden de Filiberto aprobaron sin embargo la selectividad española con notable. Por ende, el rector magnífico procedió a determinar, entre los relegados, los que tendrían acceso a ciertas carreras reservadas (en función de la nota asignada según su propio criterio político, y no académico) dentro de la UNGE.

  En efecto, al término de las huelgas estudiantiles que condujeron a su designación al frente de la UNGE (sustituyendo al tambien comunista Carlos Nze Nsuga, quien a su vez remplazaba al otro comunista Federico Edjo Ovono), Filiberto Ntutumu Nguema recibió del tirano la consigna de establecer un numerus clausus en ciertas carreras (limitar el número de inscritos para disminuir el efectivo), al objeto de agudizar el control político de la masa estudiantil (prevenir otras huelgas). A cuyo efecto, el propio gobierno iniciaría una campaña comunicacional por la que se incitaba a los estudiantes a declinarse por los modulos de formación profesional de nivel pre-universitario, para optar por una fácil y rápida integración en el mercado laboral (véase a tal efecto las declaraciones del primer ministro Pascual Obama Asue en las que asevera que los licenciados en ciencias sociales no contribuían al desarrollo del País).

En realidad, ni su escasa formación (una dudosa media carrera de ingeniería técnica en la URSS), ni su única experiencia de profesor y jefe de disciplina del instituto Rey Malabo, le predisponían a asumir la responsabilidad de dirigir la universidad nacional. Como queda dicho, tampoco es del interés del régimen fomentar y afianzar una comunidad universitaria libre (véase la antinomia entre la libertad de pensar y la autocracia). La labor de Ntutumu Nguema al frente de la UNGE es, desde esa consideración, de mero control político de la masa estudiantil. Aunque su labor en aras de la consecución de los objetivos académicos asignados a la universidad redunde en un escalabroso fiasco, su gestión despótica se considera, desde el dogma del PDGE y del tirano Obiang, como exitosa.


Un perfil corruptivo que le sitúa en lo mas alto del ranking de la cleptocracia.
Del paso de Filiberto Ntutumu Nguema por la secretaria general del PDGE se recuerda sobre todo el nepotismo, la arbitrariedad y la extrema corrupción. El afán de acumulación, de malversación de los recursos destinados a las actividades del partido, que entrañó una situación de conflicto permanente con los detentores de los demas organos del partidos. Sin embargo, desde la cercanía al tirano y desde su posición hegemónica de secretario general del PDGE, ntutumu nguema se dedicaría a extorsionar a todas las empresas adscritas al control de GEPROYECTOS, un ente del que era simultaneamente director general. Algunos afirman asi que llegó a amasar una fortuna cercana a los 450 millones de euros repartidos en varios bancos extranjeros en cuentas offshore.

Si bien permanece inaccesible la documentación relativa a dicha campaña de extorsión, se atesta fehacientemente, en el caso de la empresa española INYPSA, adjudicataria de unas obras de rehabilitación de centros escolares y del politécnico de Bata (en el marco del programa de condonación de la deuda de España con Guinea Ecuatorial) que la misma se retiró de Guinea Ecuatorial ante las fuertes presiones del director de GEPROYECTOS, Filiberto NTUTUMU. Este pretendía cobrarles el 30 % del valor de la adjudicación de las obras y les ordenaba que le comprasen varias viviendas en España. Acerca del referido entramado corruptivo, INYPSA elaboró un informe detallado que remitio al Ministerio de Hacienda de España y al Ministerio de Asuntos Exteriores, que sin embargo lo ocultaron. Nuevamente, el lobby español pro-Obiang se apresuro en impedir la transmision del referido informe al Congreso de los Diputados, para que no respondieran del mismo Pedro Solbes y Miguel Angel Moratinos Cuyaubé.

El nepotismo y la arbitrariedad de Filiberto Ntutumu Nguema se ilustran asimismo en la gestión de adjudicación de las viviendas sociales, conferidas oficialmente al ente IMPIGE y al Ministerio de Infraestructuras. Sin embargo, en su calidad de director general de GEPROYECTOS, Filiberto fue autorizado por el tirano para suplantar a dichos organos. Con tal ocasión, el interesado revocó las adjudicaciones otorgadas con anterioridad por el director nacional de IMPIDE (un hermano de Ricardo Mangue Obama Nfubea), en aras de favorecer a sus allegados (familiares, amantes y amigos). Lo justificaba en el excesivo número de viviendas que fueron adjudicadas a Ricardo Mangue Obama por su hermano.


Epilogo.
Como es habitual en los jerifaltes del PDGE, el inconsistente perfil personal y el mediocre balance en la gestión pública desvirtúan, de oficio, unas críticas que infundadamente profieren unos a otros para valorizarse ante el guía supremo. Filiberto Ntutumu Nguema no será la excepción que confirme esa regla, y no concurre desde luego en su persona ni el talento intelectual, ni las cualidades morales de las que pretende jactarse. No es sino otro miserable cleptomano cooptado por el tirano para contribuir a la perdicion de nuestro País. Una labor en cuya ejecución se ha destacado con creces !

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Un comentario

  1. Esos mandriles de llamado gobierno de GE no tienen definicion, es una gran pena para la plebe.
    Me gustaria que me difinan la nocion de : nacion, estado y gobierno.

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