Desde Fuerza Demócrata Republicana se ha seguido con mucha atención las declaraciones del Ministro-Portavoz del Gobierno de Guinea Ecuatorial en su comparecencia ante los medios de comunicación para ofrecer información al pueblo de los acuerdos adoptados por el Consejo de Ministros celebrado el viernes 5 de mayo en curso.
Respecto al anuncio de reconocimiento de tres nuevos partidos políticos no fue una sorpresa para esta formación política, sino la confirmación una vez más de la actitud que le caracteriza al gobierno de nuestro país, de pisotear las leyes que se supone deben regir nuestra convivencia, olvidándose que la grandeza de un pueblo, su desarrollo económico, social, político, cultural, intelectual, industrial, etc., dependen fundamentalmente del respeto escrupuloso de la ley y que la misma tiene que ser justa y propender el desarrollo igualitario de todos los habitantes sin discriminaciones, dando a cada uno lo que le corresponde. En cuanto al anuncio de reconocimiento “provisional” de dichos partidos políticos que el Gobierno justifica para honorar la existencia del multipartidismo político recogido en nuestra Constitución, nada más lejos de la realidad, pues en noviembre de 2014 y con ocasión a la Mesa de Diálogo entre el Gobierno y los partidos políticos, muchos grupos que participaron a la misma solicitaron del gobierno su reconocimiento provisional y que concluirían la formalización de sus expedientes una vez finalizados los trabajos de la Mesa. La respuesta del gobierno fue que aquellos grupos que quisieran obtener su legalización deberían ajustarse a la ley de partidos políticos en la versión que saldría de la Mesa de negociaciones.
No deja de causarnos asombro, sorpresa y extrañeza que el Gobierno justifique el reconocimiento provisional de dichos partidos políticos con alegatos absurdos que carecen de razón y sentido de honrar la existencia del multipartidismo. Efectivamente entre los acuerdos del documento final que coronó la malograda Mesa de Diálogo de Sipopo, figura el consagrado a la legalización de todos los partidos políticos que cumplieran los requisitos señalados por la ley, aunque fuese una redundancia ya que la norma así lo establece. La Ley de Partidos Políticos no contempla bajo ninguna forma el procedimiento de reconocimiento provisional de las formaciones políticas, por lo que lo aprobado en Consejo de Ministros arriba indicado, es un puro invento del Gobierno que nítidamente conculca la mencionada ley y sabemos que lo ha hecho con fines electoralistas, para engrosar las filas de su famosa y mal llamada coalición electoral, como ocurriera en las recién pasadas elecciones presidenciales, en las que por conveniencia del régimen se conculcó la disposición legal en relación a la condición de arraigo de cinco años que no cumplían ciertos candidatos, admitiendo a algunos y descartando a otros; o admitiendo a candidatos independientes, que no reunían los avales que exige la Ley que regula las elecciones presidenciales (300 firmas por distrito).
Es una prueba más de la nula voluntad del régimen de Obiang de permitir la actuación en el escenario político de nuestro país de formaciones políticas críticas a su forma de llevar a cabo la gestión de los asuntos públicos de la nación. Fuerza Demócrata Republicana, cumpliendo todos los requisitos que marca la ley, presentó su expediente por primera vez en el año 1995, lo hizo por segunda vez en el año 2001 y la última en el año 2015 y todo lo que ha recibido a cambio es el silencio.
Una vez más, queremos animar a nuestros militantes y simpatizantes y hacerles un llamamiento para que permanezcan fieles a nuestro ideario de luchar pacíficamente por la democracia y la libertad de nuestro pueblo. La actitud del Gobierno hacia nuestro partido es el mejor testimonio de su fortaleza.
Como siempre lo hemos manifestado, la autorización gubernativa, vulgarmente llamada legalización, no es la que hace un partido político, sino la voluntad de las personas que lo crean y lo sustentan convencidas de sus aspiraciones e ideales.
ÁNIMO A TODOS
Malabo, 6 de mayo de 2017
LA EJECUTIVA NACIONAL
