Acoso policial contra el abogado Evaristo Nguema Eló por su labor profesional

Según ha podido saber Radio Macuto, el abogado guineoecuatoriano Evaristo Nguema Eló fue víctima de un nuevo episodio de hostigamiento en la madrugada de este viernes, en lo que podría calificarse como un toque de atención o advertencia por su ejercicio en defensa de la legalidad.

Ocurrió entre las 01h30 y las 02h00, cuando dos personas uniformadas y encapuchadas permanecieron durante al menos diez minutos tocando la reja de la puerta de su domicilio. El abogado, que se encontraba dentro, pudo observarles gracias a las ventanas de cristal de visión controlada: con la luz apagada, podía verlos claramente, aunque no pudo fotografiarlos porque su teléfono móvil había caído debajo de la cama.

“Fue un acto calculado. No buscaban anunciarse, sino intimidar con su sola presencia. Es una práctica habitual contra los que defienden la legalidad”, señala una fuente próxima al letrado. Este tipo de visitas nocturnas, en Guinea Ecuatorial, suelen acabar con titulares como “le han encontrado muerto en su casa”.

No es la primera vez que Nguema Eló es objeto de provocaciones. Hace apenas unas semanas, en un bar propiedad de su cuñado, un hombre, al que identifica como un compañero lejano, entró con el teléfono en modo grabación, inició una conversación criticando al gobierno y esperó a que él respondiera.

«Cuando llegó, me pidió algo para beber y le compré una cerveza«. La maniobra quedó al descubierto cuando el individuo colocó el teléfono boca arriba, con la pantalla visible, lo que permitió detectar que la grabadora estaba activa.

“Es una técnica de provocación de manual: provocar una respuesta para luego manipularla o usarla como prueba fabricada”, afirma la misma fuente.

En Guinea Ecuatorial, ejercer la abogacía independiente se ha convertido en un acto de resistencia. El caso de Evaristo Nguema Eló no solo evidencia el hostigamiento individual, sino que confirma una estrategia sistemática de intimidación: amedrentar, aislar y desgastar a quienes todavía se atreven a defender derechos.