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Según fuentes nuestras, la asociación capellanías de católicos guineoecuatorianos en España va a celebrar su primera asamblea general entre los días 29 y 30 del mes en curso, en la ciudad de Sevilla.
La asamblea coincide con otra gran noticia en la comunidad que es, el primer nombramiento oficial del Rvdo Padre Andrés Pedro Sima Miaga como Párroco In Solidum de San José Obrero de Torreforta, Santa María Asunta de Bonavista, Santa Tecla de Campclar, y Capellán de los Católicos guineoecuatorianos en la Archidiócesis de Tarragona por el arzobispo. Mons Joan Planellas i Barnosell (España).
“Se trata del primer nombramiento oficial de un hermano nuestro como Capellán de Católicos Guineoecuatorianos en España desde que fundamos esta asociación en Madrid (España) el 3 de diciembre de 2019.
La necesidad de las capellanías para los católicos guineoecuatorianos en España surge porque la nueva evangelización y los signos de los tiempos lo exigen. Los sacerdotes, religiosos, seminaristas y fieles católicos de Guinea Ecuatorial siempre han sido bien acogidos en la Iglesia en España.
Muchos sacerdotes de origen guineoecuatoriano están incardinados en las diócesis españolas; otros han terminado sus estudios y han sido ordenados en España, y los fieles católicos guineoecuatorianos están integrados en diferentes parroquias de la Iglesia en España; sin embargo, “desde hace mucho tiempo venimos constatando que, a pesar de tener la misma fe, hablar el mismo idioma, y de los lazos culturales e históricos que nos unen; nuestras culturas, mentalidades, problemas, formas de celebrar y expresar la fe, etc; son diferentes. Esto hace que la fe de muchos se enfríe al llegar a España”.
A la mayoría les gusta celebrar la misa y los sacramentos como en Guinea Ecuatorial; otros acaban en las sectas no por serias dudas de fe, sino por “la soledad y en busca de una comunidad que les acoja, anime, entienda y acompañe”.
Ante esta necesidad pastoral, los sacerdotes guineoecuatorianos que trabajan en las diferentes diócesis y parroquias españolas intentan ayudarles según sus posibilidades, de forma voluntaria y personal; pero muchas veces no pueden atenderles lo suficiente, ya que su primera obligación son sus parroquias.
“Los sacerdotes españoles también intentan ayudarles y acompañarlos, pero se encuentran muchas veces con la barrera cultural, mental y la complejidad de nuestra cultura africana y nuestros problemas sociales y existenciales. Por eso, creamos la Asociación Capellanías para atender mejor a los más de 18.000 ciudadanos guineoecuatorianos residentes en España, la mayoría de ellos católicos”.
“Estamos convencidos y estamos comprobando que nuestros hermanos son mejor acompañados pastoralmente por personas que han vivido, viven y conocen bien su doble realidad, la española y la guineoecuatoriana; ya que, aunque estemos fuera del país, las experiencias vividas, los problemas, las preocupaciones, las esperanzas y las alegrías de nuestro país nos afectan y nos acompañan siempre. No estamos haciendo una pastoral paralela, sino complementaria”.
“Nos anima e inspira la experiencia de otras capellanías parecidas en Alemania, Francia, Inglaterra, Suiza, etc; para una mejor atención espiritual de católicos de otras lenguas, culturas y mentalidades”.
Muchos sacerdotes de origen guineoecuatoriano llevan años trabajando en algunos países europeos, sobre todo en España e Italia, donde se encuentran la mayoría; también hay seminaristas que están en proceso de formación. La experiencia pastoral de todos puede ayudar a organizar las capellanías y favorecer la integración en las diócesis españoles de los seminaristas y futuros sacerdotes de origen guineoecuatoriano.
“Esta mutua colaboración y trabajo pastoral conjunto también ayudará a mejorar la fraternidad sacerdotal y la confianza entre todos, los sacerdotes guineoecuatorianos en España y en Guinea Ecuatorial”.
Entre las actividades más destacadas en la asociación de las capellanías cabe citar la Peregrinación de Familias al Santuario Mariano de Torreciudad: los segundos sábados del mes de julio.
“El año que viene celebramos la XV Peregrinación. Es un encuentro de oración y convivencia donde construimos la unidad y fraternidad de todos los pueblos y etnias de Guinea Ecuatorial”.
Aprovechando las nuevas tecnologías, se dan charlas mensuales por Zoom que en términos generales coinciden con “los terceros miércoles de cada mes sobre diferentes temas teológicos, pastorales y culturales”.
Sin olvidar las misas de las comunidades guineoecuatorianas en las ciudades con gran afluencia, tales como Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca, Tarragona y Zaragoza.
La Iglesia, a lo largo de su historia, siempre se ha preocupado de responder a las necesidades espirituales, humanas y materiales de sus hijos; sobre todo cuando los estados no podían o no querían hacerlo.
“Por eso creemos que en este tiempo nuestro tiene también la obligación moral de hacer lo mismo, y estamos convencidos de que la mejor manera de responder a este reto, es decir, organizar y ayudar a nuestros hermanos en España, es a través de la creación de las capellanías. Es una necesidad que nos parecía urgente. Si no hubiéramos respondido ahora, llegaríamos tarde, porque la comunidad va creciendo y los desafíos también”.
La Iglesia Católica no puede cerrar los ojos y desentenderse de los problemas y preocupaciones de sus hijos. Si lo hace, deja de ser la Iglesia de Cristo, aunque siga llamándose Iglesia Católica. Incluso en los países más desarrollados la labor social y cultural de la Iglesia sigue siendo importante y necesaria.
Terminamos con unas palabras a todos los jóvenes guineoecuatorianos, en España y en Guinea Ecuatorial: “Los tiempos cambian y muchos jóvenes ya desprecian la fe de sus mayores. Sabemos que algunos compañeros de estudios y de trabajo se ríen de los que seguís creyendo en Dios. No les hagáis caso. Decirles que habéis crecido en unas familias, un país y un ambiente diferentes, donde la fe ha sido importante para vosotros. No como muchos de ellos, que están crecido ya en unas familias, una cultura y un ambiente que han perdido la fe en Dios y los valores humanos y cristianos. Si son buenos amigos, respetarán vuestra fe; si no lo hacen, no son buenos amigos. Que el Señor os bendiga a todos ”.