Finaliza la primera semana del juicio en un ambiente de discrepancias entre acusadores y defensores y entre expresiones de enfado de los asistentes.

Las declaraciones de los tres acusados que han llenado la sesión de hoy han terminado en un ambiente de discrepancias entre la fiscalía y los defensores y entre manifestaciones de disconformidad por parte del público que llena la sala de audiencias.

Los comparecientes de hoy han sido David Cayetano Ndong Bibang, Julián Ondó Nkumu y Canuto Monsuy Mbá Ondó.

David Cayetano es el propietario de una vivienda de Ebibeyin, alquilada por la empresa Euromarfil, propiedad de Riki (Bienvenido Ndong Ondó), especializada en la construcción y mantenimiento de campamentos militares y uno de los supuestos dirigentes del intento de golpe, para alojar a un grupo de chadianos. En su declaración negó estar al tanto de los planes, reales o supuestos, de sus inquilinos y no tener, tampoco, obligación de conocerlos. Recibió el pago anticipado de cuatro meses de alquiler y no se ocupó de más. Su abogado defensor argumentó que hay otra vivienda en Mongomo, alquilada por la misma empresa y para el mismo fin, sin que su propietario (originario del distrito del Presidente Fundador, PF) haya sido interrogado o incluido en el sumario del intento de golpe de Estado…

Los argumentos de Julian Ondó Nkumu (destacado torturador) se han parecido mucho a los presentados ayer por Chico Enry (Enrique Nsue Anguesomo). Es un inequívoco “hombre del régimen” que afirma no estar al tanto del intento de golpe. Salomón Abeso lo habría citado por venganza. Julián Ondó Nkumu fue quien lo detuvo (y, al parecer, torturó) durante la “investigación previa” al macroproceso de 2002 (celebrado en el Cine Marfil de Malabo). Ondó Nkumu manifestó haber visto estando en su casa, sin alarma alguna, las declaraciones (emitidas por la televisión Asonga) de Hector Santiago Elá Mbang, porque no tenía nada que ver con él, ni con lo que allí se relataba. A preguntas de su defensor a atribuido su detención (además de a la mala voluntad de Salomón) a la aversión que le tiene el “superministro” de Seguridad Nacional. Cuando el abogado le ha pedido que dijese el nombre de este “superministro”, ha sido interrumpido por el Presidente del Tribunal, entre las protestas de su defensor y el escándalo del público asistente. En otra parte de su declaración Ondó Nkumu ha enumerado sus numerosos cargos en el régimen y ha afirmado que no necesitaba a Salomón si hubiera tenido intención de atentar contra el Dictador dado que sus cargos le han permitido tener conocimiento bastante preciso de sus hábitos. Ha reiterado que, a ojos de cualquiera, resultará improbable que Salomón Abeso y él compartieran un mismo proyecto…

Canuto Monsuy sólo estaba allí por ser padre de un militar que viajó a Camerún en las mismas fechas del intento de golpe (la Navidad de 2017), que tuvo que recibir atención médica en el país vecino y las autoridades guineanas le perdieron la pista. Le creyeron implicado en el golpe, ordenaron su detención y, al no encontrarlo, se llevaron a su padre… Su abogado defensor ha denunciado la diferencia de criterio de las autoridades en este caso y en el del ministro Clemente Engonga Nguema Onguene, uno de cuyos hijos está huido en España por su complicidad en la trama,  pero él no sólo no ha sido detenido, sino que sigue ocupando la cartera de Interior… Esta manifiesta diferencia de criterios ha vuelto a provocar reacciones airadas entre los asistentes al juicio.

La fiscalía ha provocado malestar entre las defensas al argumentar en la sesión de hoy que “merece ser respetada por ellas”. En opinión de los abogados defensores, sólo de la igualdad entre ambas partes (acusadores y defensores) puede conseguirse el ambiente necesario para que pueda darse un juicio justo… La fiscalía actúa con ventaja porque ha conocido mucho antes que las defensas las declaraciones de los acusados y ha podido preparar sus argumentaciones. Las defensas sólo han accedido a ellas en las vísperas de la iniciación de la vista pública y sin poder haber asistido a sus defendidos durante los “interrogatorios”.

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