Pergentino, el candidato de Tahata que promete “revolucionar” lo que su padrino lleva años pudriendo

Según se ha podido saber, el cuñado del dictador, Cándido Nsue Okomo, alias Tahata, está volviendo a mover sus fichas en la sombra para imponer un rostro nuevo en la FEGUIFUT: Pergentino Mba Nguema Alene, quien presentó su programa con grandes palabras y ninguna credibilidad.

Bajo el lema “Unidad y Futuro”, Pergentino promete transparencia institucional, desarrollo del fútbol base y profesionalización de la liga nacional. Un discurso que suena a copia barata de cualquier manual FIFA, mientras todos en el mundo del fútbol guineoecuatoriano saben que la federación ha sido durante años la finca privada de Tahata.

Los mismos que hoy hablan de “centros de excelencia” y de “comisiones independientes” son los que han hecho de la FEGUIFUT un mercado de favores, intimidaciones y reparto de prebendas. ¿Quién puede creer que, por hoy, el hombre designado por Tahata cambiará lo que su padrino nunca permitió que floreciera?

La experiencia está ahí: la famosa Escuela Cano Sport, creada para formar jóvenes talentos, no ha dado ningún salto cualitativo que justifique tanto bombo. Si ni siquiera ha podido con su propio invento, ¿alguien cree que podrá con la FEGUIFUT? Más bien parece otro peón para seguir manejando la federación desde la casa donde, según testigos, reposan los fondos que llegan de FIFA, CAF y el Gobierno antes de que los equipos huelan un céntimo.

El teatro electoral es el mismo de siempre: compra de voluntades a pobres electores del fútbol, amenazas veladas contra quienes no se alinean y hasta palizas, como la sufrida por Inocencio Nkogo, por no comulgar con la “visión” del fútbol de Tahata. Transparencia y unidad, dicen, mientras usan la policía represiva como árbitro de última instancia.

Lo que Pergentino llama “evolución sin rupturas” no es más que la continuidad del mismo saqueo que ha frustrado a generaciones de jóvenes guineoecuatorianos que soñaban con llegar a la élite por sus talentos, y no por obediencia a un padrino con carnet familiar de la dictadura.

El fútbol nacional merece mucho más que programas de PowerPoint redactados para disimular la avaricia. Lo que Pergentino ofrece no es un futuro, es el reciclaje de un pasado turbio, con Tahata tirando de los hilos en la sombra, después de poner de lado a Venancio Tomás en esta ocasión.

En la FEGUIFUT los únicos ganadores son los que reparten las subvenciones en su casa.