
Gabriel Mbaga firma otra fantasía millonaria en Pekín mientras Guinea Ecuatorial sigue esperando resultados
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Gabriel Mbaga Obiang Lima reapareció en China con traje de empresario internacional y el anuncio de una supuesta “alianza estratégica África-Asia” para mover entre 500 y 1.000 millones de dólares en petróleo, gas, aviación y minería. Una escenografía de memorandos y fotos en Pekín que pretende vender futuro, cuando lo único que deja en claro es que el hijo del dictador nunca hizo nada por el presente de su propio país.
El documento, firmado el 25 de agosto bajo el paraguas de Bioko Consulting, su consultora privada registrada en Malta, habla de grandes inversiones junto a una firma asiática y un banco malasio. Prometen oficinas en Malabo y Acra, integración africana y hasta transacciones en yuanes. Palabras técnicas, cifras mágicas y ningún proyecto real sobre la mesa.
“Podemos catalizar proyectos a gran escala que impactarán el futuro de África”, proclamó Mbaga con su habitual grandilocuencia.
La paradoja es evidente: fue ministro de Minas e Hidrocarburos durante más de dos décadas y con todo el poder de su padre en la mano no cambió nada. ¿Esperaba ser cesado para ahora descubrir el futuro energético del continente?

La socia de KAI Asia, Sophie L. Chen, habló de “una nueva ola de inversiones sostenibles”. El presidente de ADIB, Sam Sun, remató con el anuncio de hasta 1.000 millones de dólares listos para desplegar. Todo quedará en veremos, como tantas veces: promesas que suenan bien en los comunicados pero nunca se materializan.
El pueblo guineoecuatoriano sigue igual: sin oportunidades, sin empleo digno y con una economía controlada por la familia presidencial. Mbaga ayer gestionaba recursos públicos y no construyó nada para su gente. Hoy, desde una oficina privada en Malta, promete transformar África.
En esta página lo tenemos claro : Gabriel Mbaga no está firmando el futuro de África, está dibujando otro espejismo más para su propio currículum. Y no olvidamos que ningún hijo del sátrapa merece crédito.











