Por José Eugenio Nsue
«A una nación se la conoce por los hombres que produce, pero también por los hombres a quienes honra«. (John F. Kennedy).
A los que nos dedicamos a la docencia, a los amantes de la lectura y a los ‘escritores’ aficionados (amateurs) guineanos, nos llama poderosamente la atención la pereza mental y la incapacidad de los guineanos para la lectura; les cuesta un cristo a los guineanos leer hasta para los que se suponía que sabían o debían hacerlo porque o bien se habían formado académicamente como los letrados, magistrados, sacerdotes, profesores, facultativos, ingenieros, periodistas, economistas, etc, etc, desde que sacaron sus títulos universitarios, no han vuelto abrir un solo libro para leer por placer o por curiosidad; o bien porque tienen una formación básica que les debería permitir si no leer un libro científico o filosófico, al menos una novela, un cómic, un artículo de opinión o reflexión y ser capaces de entenderlo; cuando la lectura es beneficiosa, imprescindible y sana, tiene muchos beneficios, entre los cuales: te permite tener mayor vocabulario, expresarse mejor, tener más imaginación y creatividad, mantener el nivel cognitivo, desarrollar la inteligencia, combatir el insomnio, reducir el estrés…, a parte de contener (los libros) todo cuanto el hombre ha sabido, descubierto, inventado y hasta imaginado; la cultura, las fórmulas físicas, químicas o matemáticas; todas las teorías, la tecnología, la teología, los principios, tratados en derecho (penal, mercantil, fuscal, administrativo, constitucional, procesal,laboral, canónico, etc, etc), la literatura y la historia…, todo se encuentra en los libros. No leer, le vuelve a uno primitivo, embrutecido, ignorante, acultural.
Cuando resulta que los mandatarios de toda una nación, los que gobiernan, dirigen y toman las decisiones de todo un país como la República de Guinea Ecuatorial carecen de toda formación tanto humana (sus padres no les habían inculcado absolutamente nada, a los hechos y comportamientos nos remitimos), como académica (son incultos, analfabetos e iletrados; muchos si no todos carecen de estudios reglados), además son enemigos acérrimos de la cultura, y por consiguiente son incapaces de leer, interpretar y comprender lo que contienen los escritos, por ejemplo la Constitución o Ley Fundamental, el Código Penal, las Leyes Orgánicas, los Derechos Humanos o los Tratados Internacionales; ¿cómo quieren que actúen conforme a la Constitución o el Código Penal si son incapaces de interpretarlos y leerlos? Por eso actúan como si el país fuera una finca o una hacienda familiar, y los habitantes del mismo los tratan como granjeros, braceros u obreros suyos y pasan por el foro todo ordenamiento jurídico del Estado.
Eso es lo que pasa en Guinea Ecuatorial con los Obiang; no les importa lo que dicen las leyes, les tiene sin cuidado la Constitución a la que de manera sarcástica y burlona juran cumplir y hacer cumplir, pero en la práctica ni la han leído, ni saben lo que dice, ni quieren saberlo. Obiang – padre quien dice ser el Presidente, Jefe de Estado y Gobierno y todos los demás cargos que se atribuye, convoca fraudulentamente tres elecciones a la vez (presidenciales, legislativas y municipales) cuando la Constitución que él juró cumplir y hacer cumplir dice que no secpuede hacer; una vez «elegido» (autoproclamado vencedor), organiza un bodrio de ceremonia de investidura saltando a la torrera todos los procedimientos protocolarios que dicta la Ley Fundamental como lo señaló en su día el profesor Celestino Okenve, teniendo en funciones algunas figuras imprescindibles para el acto de juramento de Jefe de Estado como la presidencia del Senado; nombra a su hijo Vicepresidente, al día siguiente organiza otra ceremonia de investidura o juramento igual de ilegal como la suya (la Constitución hecha a su medida, dice claramente que una vez nombrado el Vicepresidente y antes de tomar posesión, ha de ser ratificado por ambas Cámaras del Parlamento en pleno y por mayoría simple de sus miembros en el curso de una sesión extraordinaria convocada al efecto por el Presidente de la República: Art.33.4).
O sea, el que debía saber interpretar, acatar la Ley Fundamental, cumplirla y hacerla cumplir en todas y cada una de las decisiones y actuaciones; resulta que es el primero que la obvia, ignora y desprecia; ¿no sería motivo suficiente como para echarle del poder por ignorante e incompetente? Si en un país los que deberían garantizar la aplicación estricta de las normas establecidas (el Jefe de Estado, el Vicepresidente, los Miembros del Gobierno, los Presidentes de los Órganos Constitucionales, el Fiscal General del Estado…), pasan de ella olímpicamente entonces, ¿cuáles son las razones de su existencia? ¿Para qué sirven? Cuando un país no se dirige con las leyes, cada uno hace lo que le salen de los cataplines; los poderosos, todos de una misma familia o clan, actúan y proceden según sus ocurrencias, al margen de la ley, ¿cómo puede avanzar el país, cómo se puede hablar de un «estado de derecho», «imperio de la ley», «justicia», país de «libertades y la paz reinante»…? ¿Qué ley, qué derecho y qué libertades y paz reinante?
Si el Obiang – padre es de esa calaña, ¿cómo va a ser el Obiang – hijo; que se puede esperar de él? Al no haber sido educado en su entorno familiar en la mesura, el respeto, la disciplina, el esfuerzo y la constancia, y al no haber sido tampoco formado académicamente; visto el comportamiento del padre, ha resultado un siniestro total, un «Gaou à París» (un pueblerino en la ciudad, un inadaptado); el Vicepresidente de su padre se comporta como un antílope entre los humanos en un pueblo; no sabe comportarse, tampoco sabe lo que hacer, cómo hablar en público, qué decir. Al no saber leer (apuesto mi vida que ese sujeto no ha leído en su vida un solo libro ni siquiera un artículo de una revista porno, su ambiente y su hobby), no sabe lo que dicen ni la Ley Fundamental, ni las demás leyes; no sabe cuáles son sus funciones/atribuciones, no le hace falta tampoco hace caso a lo que pueden decirle los supuestos Asesores o Consejeros Presidenciales; su padre le dijo que él era el heredero, su vice, y su madre que ya era hora de que se hiciera con el puesto de su padre, él ha usurpado y se ha hecho con todas las competencias y privilegios que la Constitución otorga al Jefe de Estado y Gobierno sin que lo sea. Estando en funciones, presidía comisiones de investigación, ordenaba arrestos y encarcelamientos, cesaba a miembros del Gobierno igualmente en funciones, citaba a otros Ministros y despachaba con ellos, al Fiscal General, etc, sin que tuviera ni mandato ni competencias según la Constitución, simplemente porque así lo piensa, así lo entiende y es lo que ha aprendido de sus padres.
Y como los que se supone que deberían de recordárselo y hasta exigírselo porque cobran por ser Consejeros, Asesores Presidenciales, presiden Instituciones del Estado encargadas de velar y garantizar el cumplimiento de la legalidad; o porque se supone que conocen el Derecho, el funcionamiento de la Administración o las Ciencias Sociales (Presidentes del Parlamento, Senado, Corte Suprema de justicia, Fiscal General de Estado, Ministros…), que son unos calzonazos, ineptos, cobardes e igual de ineptos, son los que tienen mayor culpa; no es de extrañar que el país esté hecho unos zorros, caótico, desestructurado, son la clase de hombres que produce Guinea Ecuatorial y son los honrados por la población de pobres mentales guineana. Así no vamos a ninguna parte. Patético.
Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?
Muy buenas reflexiones
Me he quedado asombrado con la imaginación que muestra y los calificativos son lo más.
Una pena, la verdad,… Una pena