
Teodoro Obiang convierte el Nobel de la Paz en un chiste a su propia medida
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La maquinaria propagandística de Malabo se supera en ridículo: ahora intenta vender a Teodoro Obiang Nguema Mbasogo como “candidato al Premio Nobel de la Paz 2025”. El método es siempre el mismo: lanzar titulares en páginas creadas por y para el clan, repetirlos en cadena y presentarlos como un triunfo internacional. El resultado, también es conocido: un dictador de medio siglo envuelto en un disfraz de pacificador.
Lo cierto es que el Comité Nobel nunca publica la lista de candidatos, y guarda esos nombres bajo llave durante 5 décadas. Es decir, ni Teodoro ni nadie puede presumir de “estar nominado” porque oficialmente esa información no existe. Lo que aparece en la prensa afín a la dictadura no es una candidatura real, sino un invento para dar prestigio a quien solo acumula asesinatos, denuncias y represión.
Pero en Guinea Ecuatorial, donde la mentira es política de Estado, basta con que Impactus, Guinea24 o Real Equatorial Guinea publiquen el titular para que los coros de palacio lo aplaudan como dogma. Así se fabrica la ilusión: el mismo hombre que asistía a las ejecuciones masivas en Blacl Beach y autor material de muchas de ellas, mandó secuestrar,encarcelar y asesinar opositores; así como saquear el petróleo del pueblo ahora aparece como apóstol de la paz.
La paradoja es insultante. ¿Qué paz encarna alguien que gobierna desde 1979 a golpe de miedo, con Black Beach como símbolo del terror y horror? ¿Qué reconciliación puede ofrecer quien convirtió la Constitución en atrezo y los tribunales en oficina de familia? ¿Qué Nobel merece un tirano que ha sembrado generaciones enteras de silencio y exilio?
El Nobel de la Paz se entrega a quienes ponen su vida en riesgo para defender la libertad, la justicia y la dignidad. Colar el nombre de Teodoro Obiang en esa lista es como proponer a un pirómano para jefe de bomberos, o a un mono vender uvas. Es, sin lugar a dudas, el Nobel de la Farsa, la última bazofia del aparato propagandístico de Malabo para blanquear con premios lo que en realidad son crímenes de Estado.
Si Obiang quiere un Nobel, que lo compre, como ya hizo con los doctorados honoris causa que en realidad son horroris causa.












C’est une farse de la tiranie sans lendemain.